Maria Grazia Cucinotta, la actriz italiana que enciende pasiones es devota de la Virgen y San Antonio de Padua

11 de agosto de 2023

“En la vida puedes tener todo lo que quieras, pero si no tienes fe y familia no tienes nada”

Compartir en:

En Mesina, al norte de Sicilia, sus habitantes se han mantenido por miles de años devotos de la Madonna della Lettera -"Matri a Littra", en dialecto-, cuya estatua sobre una columna de 60 metros, preside la entrada al puerto de esta ciudad costera donde se funden el Mar Jónico y el Mar Tirreno.

 

Aquí nació también la conocida actriz de cine Maria Grazia Cucinotta, quien -en diálogo con la revista italiana María con Te- relata que la devoción se originó el 3 de junio del año 42 d.C., cuando la Virgen se apareció a un grupo de ciudadanos de Mesina, que habían partido hacia Palestina con el apóstol Pablo, y les confió una carta a la que estaba atado un mechón de sus cabellos como signo de bendición para la ciudad y sus habitantes.

 

La intimidad espiritual de la actriz

 

 

Cucinotta, desde que fue lanzada a la fama mundial por su papel de mesera en el filme El Cartero y hasta hoy -con 56 años-, es una celebridad que enciende pasiones. Pero en lo íntimo es otra su pasión personal...

 

"Vivo mi fe con mucha naturalidad, porque crecí con ella. La espiritualidad forma parte de mi vida, de mi existencia, no es algo externo" confidencia y recuerda que desde la infancia recibió la educación católica en su familia. "Me enseñaron la importancia de la oración, me educaron para creer que en nuestra vida estamos protegidos porque Jesús, la Virgen y los ángeles están a nuestro lado".

 

Fe y familia

 

 

En el paisaje espiritual de su alma, la actriz atesora una particular devoción por San Antonio de Padua; misma que recibió como herencia, al conocer la historia de su difícil nacimiento. Todo comenzó cuando, en el octavo mes de embarazo, María Grazia tuvo un complejo parto pues venía de nalgas y los médicos temían por su vida. En esta circunstancia su madre se encomendó a la intercesión de San Antonio de Padua que ayudó -dice una agradecida Cucinotta- a superar la crítica situación.

 

 

Hoy con su esposo y su hija, mantienen viva la devoción familiar por el santo de Padua… "Creer que hay algo por encima de todo que siempre puede ayudarte es bueno para ti. Hoy en día los que creen a menudo son objeto de burla, ridiculizados. Sin embargo, al fin y al cabo, siempre hay que hacerse preguntas".

 

Fe y familia son las bases en su vida y -como es habitual de la tradición italiana- se reúnen cada vez que les sea posible, dice, para celebrarlo… "En la vida puedes tener todo lo que quieras, pero si no tienes fe y familia no tienes nada", finaliza María Grazia Cucinotta.

Compartir en:

Portaluz te recomienda