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Imagen gentileza de Sx_reg_03. Pixabay

Las fiestas

Alicia Peressutti por Alicia Peressutti

26 Diciembre de 2024
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A las corridas para ver dónde nos juntamos, etcétera, etcétera. Y en medio de todo este ir y venir, unos pocos locos de la vida pensamos, sufrimos y rezamos por las víctimas de Trata. La esclavitud no para. Las víctimas pasan las fiestas en un cuchitril, en un colchón inmundo de suciedades, en un sótano, en lo peor de lo peor. Lejos de sus familias a las que no ven y lo más probable nunca más verán en esta vida; violadas de todas las maneras posibles.

El consumo de seres humanos aumenta con las fiestas. Golpeadas, reducidas a un puñado de sufrimientos, penas y dolor físico. No hay fiestas en la esclavitud. Solo hay tortura, locura, agonía y a veces muerte. Es lo más atroz que puede pasarnos o que le puede pasar a alguien a quien amamos. El infierno en la tierra. 

Se que da miedo, da espanto, ganas de correr. Pero a pesar de esto no seas indiferente y pon tu granito de arena para terminar con este infierno. Lo mío es utopía, pero las utopías salvan cada día al mundo.

Lo que puedas es un montón. Si eres docente pon este tema en el aula, si eres policía no mires para otro lado, si eres enfermera estate atenta, no importa en qué trabajes abre grandes los ojos y mira, mira para ver; y escucha, escucha por favor. Que quizás a un metro de dónde estás puede estar padeciendo una víctima de trata.

Entre todos podemos construir un mundo sin dolor, sin esclavitud. Jesús, el niño frágil, el Hijo de Dios, nacido por amor a todos en un humilde pesebre, te lo tendrá en cuenta para el cielo.