por Cardenal Felipe Arizmendi Esquivel
Hechos
Nuestros gobernantes han presentado estadísticas para demostrar que su gobierno y su partido han logrado reducir los índices de pobreza.
¡Qué bueno que así fuera! Ciertamente los programas sociales han ayudado a mucha gente y eso ya es un derecho constitucional, independientemente del partido en el poder; sin embargo, no faltan personas pudientes que también los reciben, con lo cual se desconfía si el objetivo es reducir la pobreza, o ganar votos en las elecciones. A todo adulto mayor se le da dinero cada dos meses, aunque no sea pobre. ¡Basta que tengas más de 60 años, seas pobre o rico, y tienes tu apoyo económico bimensual asegurado! ¿Eso es ayudar a los pobres, o comprar conciencias para un partido?
Y también depende del método que usan para medir la pobreza, porque ésta es multifactorial. Que sigue habiendo miles de pobres, es indudable. Basta que salgamos de nuestro ambiente de confort, y veremos cuántas personas apenas sobreviven.
Es verdad que las condiciones generales de nuestros pueblos han mejorado, pero esto no es logro del sexenio anterior y del presente solamente. Hace años, en Chiapas, particularmente en la selva, muchos pueblos no tenían luz eléctrica, y ahora la tienen; no había escuelas, y ya las hay; incluso hay bachilleratos y algunas universidades; ya hay más clínicas de salud y hospitales, aunque a veces con muchas carencias de implementos.
Por los años 2000, yo tenía que viajar en avionetas muy frágiles a lugares distantes, por falta de caminos; hoy hay carreteras por todas partes, aunque no siempre en buenas condiciones para los tiempos lluviosos. Las mujeres en general, sobre todo las indígenas, no tenían acceso a la escuela ni a la política; hoy todo eso ha cambiado; no sólo reciben la educación básica de Kinder, Primaria y Secundaria, sino que muchísimas cursan la Preparatoria y diversas especialidades en la Universidad. Hoy ocupan cargos políticos a nivel local, municipal, estatal y federal. Es innegable que muchos aspectos han mejorado, pero repito que esto no sólo se debe a este gobierno y a su partido, sino a gobiernos y partidos de sexenios anteriores.
En mi pueblito, han mejorado las condiciones de la mayoría de las personas, pero esto no sólo por los programas sociales del gobierno, sino por su trabajo, por sus organizaciones laborales, y sobre todo por las remesas que les mandan sus familias desde Estados Unidos. Ahora, las disposiciones arbitrarias de Donald Trump han afectado gravemente la situación económica de muchas familias.
Iluminación
Dice el Papa León XIV en su reciente exhortación Dilexi te (Te amé):
"En un mundo donde los pobres son cada vez más numerosos, paradójicamente, también vemos crecer algunas élites de ricos, que viven en una burbuja muy confortable y lujosa, casi en otro mundo respecto a la gente común. Eso significa que todavía persiste —a veces bien enmascarada— una cultura que descarta a los demás sin advertirlo siquiera y tolera con indiferencia que millones de personas mueran de hambre o sobrevivan en condiciones indignas del ser humano. No debemos bajar la guardia respecto a la pobreza. Nos preocupan particularmente las graves condiciones en las que se encuentran muchísimas personas".
Acciones
Sin esperar nada del gobierno, cada quien sigamos trabajando para mejorar las condiciones de nuestras familias y comunidades. El desarrollo de nuestra patria depende de todos, organizándonos para avanzar en la economía y en los demás aspectos de la vida.
