Niños, adultos y pedofilia

04 de mayo de 2019

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El objetivo de la ideología de género a nivel de la infancia y adolescencia es su sexualización a través de la educación sexual como materia obligatoria.

 
Una abuela me ha contado que han tenido que internar a su nieto de diez meses. Su estancia coincidió con el Día del Libro, día en que todos los niños del Hospital, incluido su nieto, fueron obsequiados con un cuento de ideología de género. Algún canal de TV de ámbito nacional debió dar la noticia, pero no referente a ese hospital, sino que ese presunto regalo se había realizado en todos los hospitales de la Seguridad Social. En la tapa del libro se ve como se intenta asociar a los niños con el rosa y a las niñas con el azul. No lo tienen fácil porque hace unos días vi como una niña menor de cinco años recriminaba a su padre por llevar un niqui rosa. Y es que los niños tienen más sentido común que muchos adultos. Pero el hecho del que hablo se trata de un bochornoso caso más de manipulación de los niños.

El objetivo de la ideología de género a nivel de la infancia y adolescencia es su sexualización a través de la educación sexual como materia obligatoria. Aunque la Constitución en su artículo 27-3 y la Declaración de Derechos Humanos en su artículo 26-3 establezcan que son los padres los que tienen el derecho de educar a sus hijos conforme a sus convicciones, la ideología de género establece que las cosas no son así y que es el Estado el que tiene ese derecho y no me atrevo a decir ese deber, porque el Estado no tiene desde luego ni el deber ni el derecho a ocupar el lugar de los padres.

Benedicto XVI, el Papa emérito ha publicado recientemente un artículo, del que reproduzco sus frases principales: «El asunto comienza con la introducción de los niños y jóvenes en la naturaleza de la sexualidad, algo prescrito y apoyado por el Estado». «Entre las libertades por las que la Revolución de 1968 peleó estaba la libertad sexual total, una que ya no tuviera normas». «Parte de la fisionomía de la Revolución del 68 fue que la pedofilia también se diagnosticó como permitida y apropiada».

Lo malo de estas afirmaciones del Papa emérito es que son verdad y así podemos leer lo siguiente en el Proyecto de Ley que presentó Podemos en el Congreso el 12 de Mayo del 2017: «El 4 de Febrero del 2014, el Parlamento europeo aprobó por amplia mayoría el informe Lunacek, una hoja de ruta para acabar con la discriminación por orientación sexual o identidad de género o sexual. Su aprobación supone un hito importante en la lucha por los derechos LGTBI en Europa y marca las líneas rectoras que deben respetar las legislaciones nacionales».

¿Ahora bien, quién es Ulrike Lunacek? La respuesta a esta pregunta está en Internet: europarlamentaria austríaca, vicepresidenta del Parlamento, adscrita al grupo Verde,lesbiana de la izquierda radical austriaca, con los derechos gay y el aborto como banderas. La diputada verde intentó, en 2013, legitimar la pedofilia, proponiendo una enmienda que invocaba la necesidad de una «educación sexual interactiva y libre de tabúes» para los niños mayores de 4 años. Y ahora pregunto: ¿no hay que ser unos insensatos u otra cosa peor para confiar la educación afectivo-sexual en Europa a una persona con semejante curriculum o votar a favor de lo que diga esta diputada?

Como es lógico Lunacek tiene discípulos. Y así el Parlamento navarro aprobó un plan de educación afectivosexual llamado Skolae que intenta en cuanto a los niños despertar su sexualidad desde la más tierna edad con juegos eróticos. Y así podemos leer: (Para niños de 0-6 años). «Reconocimiento de la sexualidad infantil desde el nacimiento despenalizando el reconocimiento y la vivencia de dicha sexualidad en el ámbito de la escuela y la familia (curiosidad sexual, juegos eróticos infantiles…)» (pág. 68).
Por supuesto que no es el único disparate, pero sólo voy a citar otro: hay que combatir el sexismo de los jóvenes, es decir que a los chicos les gusten las chicas y viceversa. El amor heterosexual perpetúa los desequilibrios de poder existentes y favorece la tolerancia de comportamientos abusivos (pág 63-64). Creo que es difícil encontrar una tontería mayor.

Nuestra cultura occidental está basada en la familia y en las normas sexuales que hacen posible la familia, concretamente la monogamia. Nunca antes hubo una ideología que pretendiera destruir la identidad de género del hombre y de la mujer y todo criterio ético de comportamiento sexual. Se pretende que una persona use su propio cuerpo y el de los demás para satisfacer su apetito sexual y no para expresar el amor personal. Nadie ha ido tan lejos como esta ideología en su intento de terminar con los valores humanos y cristianos que son básicos para nuestra convivencia social. Y es que cuando una Sociedad se aleja y aparta de Dios, acaba cayendo en las mayores aberraciones.

¿Qué solución tiene esto? Cada día estoy más convencido del valor de la oración. Recemos por la recristianización de España, Europa y el mundo occidental con el convencimiento que Dios escucha nuestras oraciones, aunque sus designios no son nuestros designios y sus tiempos no son nuestros tiempos.

 

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