En entrevista exclusiva con Portaluz, el experto en Derecho Internacional Público y asesor jurídico del Ministerio de Relaciones Exteriores, Sr. Embajador don Mario Calderón Vargas realizó la afirmación del titular analizando en detalle los impedimentos jurídicos y graves consecuencias que arriesga Chile.
Con una vasta trayectoria en el estudio de las relaciones internacionales, Mario Calderón Vargas, Abogado de la Pontificia Universidad Católica de Chile, Doctor en Ciencias de la Paz World University United Nation, Profesor universitario de Derecho internacional Público y asesor jurídico del Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile, advirtió las graves consecuencias legales y diplomáticas que traería consigo la aprobación del proyecto de ley chileno denominado “Acuerdo de Vida en Pareja”, que –entre otras- pretende regular las relaciones entre personas del mismo sexo.
¿Es inconstitucional plantear un Acuerdo de Vida en Pareja que regule las relaciones entre personas del mismo sexo?
Mario Calderón Vargas: Es decir, plantear el Acuerdo de Vida en Pareja tendría que ser necesariamente de acuerdo a la normativa legal y constitucional. Si se plantea en forma contradictoria, entonces obviamente que es inconstitucional.
¿De aprobar una Ley que regula las relaciones entre personas del mismo sexo: Chile viola algunos tratados internacionales que ha firmado?
Mario Calderón Vargas: El pacto internacional de Derechos civiles y políticos, que es el más importante; el pacto internacional de Derechos Económicos, culturales y sociales; la Convención Americana de Derechos Humanos. Esos son los tres más importantes. Cada uno de ellos le da una importancia muy grande al matrimonio y a la vida en familia. Y por lo tanto, el Estado que quiere separarse tiene necesariamente que pensar denunciar esos tratados. Lo cual no es fácil, porque está de por medio una Constitución Política.
Porque la Constitución política dice que la familia, constituida por un hombre y una mujer, es la base de la sociedad. Por lo tanto, modificar eso es un trabajo sumamente complejo, porque requiere cambiar leyes y tratados, los cuales ya te los he mencionado.
Entonces considerando el texto de la Constitución de Chile y los tratados internaciones firmados por el país: ¿Sería inconstitucional aprobar una ley que valide las relaciones entre personas del mismo sexo?
Mario Calderón Vargas: Claro, actualmente sería inconstitucional porque la ley es muy clara: la ley, la constitución política le da una enorme importancia a la familia y en eso, también está de acuerdo completamente con los tratados vigentes y organismos internacionales de los cuales Chile es parte. Por ejemplo, la UNESCO, que es el organismo internacional para la protección precisamente de la familia, tendría que ser modificado el tratado firmado y tendría que retirarse Chile de todos esos tratados. El tema entonces es sumamente complejo. No es cuestión de llegar y presentar un proyecto. Antes sería necesario modificar completamente todo el ordenamiento jurídico, tanto interno como externo.
Además, hay un tema que es fundamental, que es la correlación entre el derecho internacional y el derecho interno. Tema que es totalmente desconocido, incluso por la jurisprudencia acá. Cualquiera modificación requiere necesariamente, primero que todo, modificar los tratados ratificados y vigentes y posteriormente las normas jurídicas vigentes en el país: Constitución Política, tratados. Como usted ve, es un tema de muy largo alcance y sobre el cual no hay todavía ningún tipo de acuerdo.
¿Existen otros tratados que obliguen a Chile en esta materia?
Mario Calderón Vargas: Los más importantes son los que le acabo de mencionar. También dos que son de carácter universal, porque rigen por el sistema de las Naciones Unidas: el Pacto de Derechos Civiles y Políticos y el Pacto de Derechos Sociales y Culturales.
Después están los de carácter regional, que son los que rigen en los organismos regionales, y ahí están los de tipo latinoamericano. La Convención Americana de Derechos Humanos también es fundamental. Todo esto forma un entramado complejo y que no se puede pensar en modificarlos a la liviana, a la ligera. Esa es la resonancia del tema.
Se han hecho estudios especializados sobre esto. El tema requiere un esfuerzo, de años de por medio. El Acuerdo de Vida en Pareja si implica modificar desde luego la constitución política y el código civil, requiere necesariamente tener en cuenta los tratados vigentes sobre el tema. Y como le dije, son varios y muy importantes.
¿Requiere de un cambio a la Constitución?
Mario Calderón Vargas: Desde luego, una nueva Constitución, por lo cual usted comprende que es algo sumamente complejo y es uno de los temas que más está dividiendo la clase política. Esto tiene gran actualidad porque es uno de los que figuran como temas de las distintas candidaturas presidenciales. La herencia en este tema, es de una complejidad increíble, cualquier fórmula llevaría años, previo a un acuerdo que se ve muy difícil. Porque hay un problema no solamente jurídico, sino que también de tipo religioso y doctrinario. Osea, está de por medio la Constitución Política, el Código Civil, la Ley de Matrimonio Civil.
En el plano externo, hay que tomar en cuenta: la Declaración Universal de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, porque ésta es la fuente de todos los tratados sobre el tema que se editaron después. Este documento es del año 1946 y contempla todos los derechos esenciales, entre ellos, precisamente la familia. Después, en orden de jerarquía, siempre de Naciones Unidas, está el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, la Convención Americana de Derechos Humanos. Esos son los instrumentos más importantes en el plano interno y externos. Hay muchos más, pero que requieren de más detalles.
No es posible entonces instalar un “nuevo estado civil”
Mario Calderón Vargas: ¡Claro!, pero para llegar a instalar un nuevo estado civil, es necesario modificar todo el andamiaje que hay en la materia, que es tremendamente complejo. En este tema, nunca se han puesto plenamente de acuerdo nuestra clase política. Solo temas circunstanciales.
Pero ahora el momento para plantear el tema, creo yo, con toda franqueza que es muy inoportuno, porque en estos momentos hay 9 candidatos a la presidencias, cada uno de ellos tiene una posición distinta. Los debates que se han efectuado son bien reveladores sobre la confusión total que hay en la materia. Piense que la candidata con mayores posibilidades, que es la candidata de la Nueva Mayoría, ha eludido sistemáticamente participar en cualquier debate, porque no quiere comprometerse, porque sabe que no tendría respuesta. Si va a un debate abierto, donde la puedan enfrentar, simplemente la demuelen y ese es el problema que afecta en general a la clase política en estos momentos.
En estos momentos, lo que hay es una confusión tremenda porque la clase política, fundamentalmente cualquiera que sea su color, tiene una ambición fundamental: una de ellas es mantener el poder por un lado y otro, recuperar el poder. Y para eso, cualquier medio es bueno. Entonces, nadie entiende nada, ¿se fija?