Imagen gentileza Bertelsmann Stiftung.de

El islam es una amenaza. Así lo percibe la mayoría de los alemanes según revela un estudio recién publicado

12 de julio de 2019

El reporte pone su acento en analizar la estabilidad de la convivencia social en un país que, tras el desastre del Tercer Reich, consagró el respeto a la pluralidad religiosa e ideológica en su Ley Fundamental.

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Los resultados de un reciente estudio de la Fundación Bertelsmann de Alemania, podría estar mostrando que existen excepciones a la tradición de tolerancia que abrazaron después de la II Guerra Mundial en tierra germana. Ello, pues la mitad de los alemanes perciben al islam como una amenaza, según revela el estudio titulado: "Weltanschauliche Vielfalt und Demokratie".
 
El reporte pone su acento en analizar la estabilidad de la convivencia social en un país que, tras el desastre del Tercer Reich, consagró el respeto a la pluralidad religiosa e ideológica en su Ley Fundamental. Analistas como el sociólogo de la religión Gert Pickel, opinan que esa percepción desconfiada d ellos alemanes se debe a que es aún reciente el desarrollo social y religioso del islam en Alemania.
 
Lo cierto es que al cumplirse este año el 70° aniversario de la Constitución de la República Federal de Alemania, la Fundación Bertelsmann ha querido analizar el estado de la democracia alemana, observando la interacción entre la religión, el pluralismo religioso e ideológico y la cultura política. El citado estudio ha utilizado también los datos de la última encuesta sobre religión realizada en 2017 por esta Fundación a una muestra representativa de 1000 ciudadanos alemanes.
 
Sólo un tercio considera que el islam enriquece la democracia
 

Un dato alentador que constata el estudio es que la mayoría de los alemanes -un 89% según el reporte- sean religiosos o no, están a favor de la democracia como forma de gobierno. Entre los cristianos, la proporción es del 93 por ciento de los encuestados, entre los musulmanes del 91 por ciento y entre los no confesionales del 83 por ciento.
 
El estudio también revela que el 87 por ciento de los encuestados están generalmente abiertos a otras visiones del mundo, distintas a las propias creencias. Aproximadamente el 70 por ciento acepta que otras religiones pudieren tener algo de verdad en sus postulados y podrían así ser catalogadas como tolerantes. Pero sólo uno de cada dos alemanes cree que la pluralidad religiosa enriquece a la sociedad. En particular respecto del islam,  sólo un tercio de la población considera que enriquece la democracia. El cristianismo, el judaísmo, el hinduismo y el budismo, por otra parte, son percibidos como enriquecedores por la mayoría. Por el contrario, la mayoría de los encuestados perciben el islam como una amenaza.
 
¿Islamofobia o qué?
 
Pero esta falta de confianza hacia el islam no significa necesariamente islamofobia, subraya Yasemin El-Menouar (imagen adjunta), la experta religiosa de la Fundación Bertelsmann. Sólo una minoría de los ciudadanos -afirma El-Menouar-, muestra una clara visión islamofóbica y exige, por ejemplo, que se detenga la inmigración de musulmanes.
 
La proporción de personas con una actitud islamofóbica ha disminuido en los últimos años, continúa argumentando la experta. Mientras que en 2017 todavía era del 20 por ciento en Alemania, este 2019 es sólo del 13 por ciento, según el estudio. Al mismo tiempo, la aprobación de la democracia entre las personas con una actitud claramente islamofóbica se reduce al 68%; más de 20 puntos porcentuales menos que entre la población en su conjunto.
 
Para El-Menouar, la conclusión más importante del estudio es que: "La diversidad religiosa por sí sola no es algo que pueda poner en peligro una democracia estable". El peligro real es más bien el dogmatismo religioso, las cosmovisiones cerradas y las convicciones exclusivistas, sentencia el reporte alemán.

 

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