Campañas de difusión, actividades formativas, acciones en la vía pública, recolección de firmas, presencia en redes sociales, es parte de la agenda de "Siempre por la vida", masiva y destacada organización de jóvenes que lucha contra las leyes abortistas en Chile.
Tras dos semanas de capacitaciones en diferentes sectores del país, miles de jóvenes en Chile han salido por quinto año consecutivo por las calles del´país a manifestar, pero especialmente a educar sobre la urgencia de defender la vida. Visten camisetas de color rojo y celeste con el logo de su Organización estampado en blanco… Tienen la alegría y pasión propia de sus años y pocos pueden resistirse a dialogar con ellos cuando ocupan plazas y avenidas.
Son los jóvenes de Siempre por la Vida (
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, que día tras día suman nuevos adeptos y grupos en todas las ciudades del país iberoamericano.
Tienen claro que acorde a estadísticas de pertenencia religiosa realizadas por el estado y por el flujo de adeptos que no para, son mayoría en el país.
“Ha llegado la hora”, dicen, “de defender el valor de la vida”, de sacar la voz para rechazar el aborto y cualesquier atentado al valor supremo de la vida.
Están felices con los resultados de este 2013 donde se han hecho fuertes en 25 comunas de Chile donde permanentemente realizan actividades formativas a nuevos adherentes, jóvenes secundarios y universitarios.
Pablo Torrealba, es uno de ellos, estudia su segundo año de Derecho y es vicepresidente de esta plataforma ciudadana, auténticamente diversa, que nació el 2006. Es él quien nos dice que dentro del movimiento, “hay jóvenes que comparten diversos credos religiosos, sociales y políticos”, y cuya intención, agrega, es defender la vida y situarla como un principio fundamental en la legislación. “Esta misma diversidad ha sido fuente de inspiración, porque la vida es una realidad objetiva y biológica. Quienes profesamos una fe, defendemos al triple de fuerzas la vida”, señala.
Una realidad que definirá la legislación
Pablo explica que el universo de voluntarios de Siempre por la Vida lo componen mayoritariamente mujeres, lo cual es significativo, precisa, respecto del tema del aborto. Además, agrega, "sólo un 40% de los miembros totales pertenece a la capital del país y sus alrededores. Predominan personas de regiones, en especial de sectores campesinos y productivos del sur de Chile".
Entre todos, han logrado forjar campañas anuales que contemplan cinco ejes fundamentales: Que todo ser humano es persona; Que la concepción es el inicio de la vida; Que nadie tiene derecho a matar, menos a un inocente; Que el aborto es un homicidio, y… Que la vida no depende de las circunstancias.
Con estas premisas, afirma, no significa que “seamos regresivos o conservadores. Si uno ve el panorama mundial, uno se da cuenta que el aborto viene en retroceso". Esos países, puntualiza, han constatado tardíamente el inmenso daño a la mujer, el deterioro ético en la sociedad, las consecuencias negativas sobre la demografía y la economía, además de los costos asociados, entre otros factores.“Por esto estamos felices que en Chile día a día aumentan quienes están reaccionando, y en contra del aborto”, sentencia.
Según cifras del Instituto Nacional de la Juventud de Chile (INJUV), cerca del 70% de la población chilena de entre 15 y 29 años declara que Facebook y Twitter son las mejores herramientas para convocar las actividades sociales. Por ello, señala Pablo, les ha servido para forjar una estrategia digital influyente en el debate público. “Como somos jóvenes nosotros vamos a estar en un futuro en los puestos que ocupa otra gente ahora, y es importante que el derecho a la vida se defienda no solamente a nivel parlamentario, sino también carpinteros, abogados, médicos, electricistas, madres, ingenieros, arquitectos, entre otros. Todos y cada uno de nosotros tenemos una responsabilidad y terminará influyendo en la posibilidad de nacer de otro niño”.
Aplacar ataques con soluciones
Sin embargo, el escenario de discusión no es el más favorable con una mayoría de candidatos a la presidencia del país pro aborto y Pablo está consciente de ello. Pero de inmediato recuerda que “según la última encuesta de una empresa consultora chilena, el 49% de los chilenos está en contra de todo tipo de aborto, mientras que sólo el 7% está a favor. El porcentaje restante –complementa- está a favor de ciertos abortos. Nosotros pensamos que ocurre esto principalmente por desinformación. Por ello trabajamos para informar y cambiar esta lógica, ahora. Si bien, no podemos convencer al que está a favor del aborto por razones netamente ideológicas, debemos dirigirnos al que está desinformado, al que está indeciso, y explicarle por qué todo ser humano tiene el derecho a nacer”.
En esta línea, lamenta la poca tolerancia y la dictadura de ideas ateas o agnósticas provenientes de ciertos grupos, que tienden a perjudicar la discusión de estos temas en la sociedad. “Lo que pasó hace algunas semanas en la Catedral Metropolitana de Santiago, cuando irrumpieron grupos abortistas durante una misa y con mensajes que no tenían mucho sentido, es un ejemplo. Yo entiendo que algunos ante una determinada situación pueden creer que el aborto es la solución. Pero que salga una mujer con un cartel que diga «yo amo el aborto» es por decir lo menos, contraproducente”.
Recolección de firmas y propuestas legislativas
A la fecha, estos chicas y chicos chilenos que provienen de todos los sectores sociales llevan reunidas 400 mil firmas en contra del aborto. Pablo añade que además, junto con otras entidades pro vida, lograron acumular rúbricas que sirvieron para un triunfo que fue aplaudido internacionalmente: El parlamento chileno aprobó que el 25 de marzo sea el Día Nacional del Niño que Está por Nacer y la Adopción. “Dimos nuestro testimonio en el Congreso y nuestros parlamentarios han tenido el coraje, precisamente de respaldar esta ley porque hay una ciudadanía detrás apoyándolos”. Y asegura que van a continuar. Ideas y acciones ya planificadas no faltan.
Editar un libro que eduque sobre los daños del aborto; fortalecer el trabajo formativo en diversos colegios de Chile, para entregar charlas de sexualidad; además de continuar con su Escuela de Líderes impulsando con ella nuevos agentes de cambio en las políticas públicas, son parte de los desafíos inmediatos de Siempre por la Vida (
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“En nuestra experiencia de cinco años, nos llena de orgullo decir que somos la organización pro vida más grande de Chile. Empezamos con campañas de 1.500 voluntarios, y este año somos más de 5 mil organizados y con la camiseta puesta. Los jóvenes demostramos así que la sociedad cambió. Las personas que nada les importaba, ya no son la mayoría. Los jóvenes tenemos algo que decir y queremos que nos escuchen”, advierte.