La llamada de atención de los profesionales es rotunda al señalar que en su experiencia “la sexualidad humana es un rasgo biológico binario objetivo. ‘XY’ y ‘XX’ son marcadores genéticos de salud, no de un trastorno... La norma del diseño humano es ser concebido masculino o femenino”, aclaran... ante el empeño de sectores políticos y otros grupos de poder por establecer el relativismo como norma y modelo educativo.
La declaración apunta a identificar como un Trastorno del Desarrollo Sexual (TDS) de recurrencia escaza la feminización testicular y la hiperplasia suparrenal congénita, “desviaciones médicamente identificables de la norma sexual binaria, (que) son correctamente consideradas como desviaciones del diseño humano. Las personas con TDS no constituyen un tercer sexo”, señala la declaración.
La trampa que ofrece el relativismo
Se nace “con sexo biológico” y “no con género” puntualizan los profesionales. Es más, sin desestimar que existe una diversidad en la concepción psicológica y sociológica del ser varón y hembra, advierten que ello no logra desconocer el hecho biológico objetivo. “Las personas que dicen ‘sentirse como del sexo opuesto’ o como ‘en algún lugar intermedio’ no se comprenden en un tercer sexo. Continúan siendo biológicamente hombre o mujer”.
“Cuando un niño (físicamente) saludable cree ser una niña –agrega la declaración-; cuando una niña saludable cree ser un niño, existe un problema psicológico objetivo, que radica en la mente, no en el cuerpo, y debe ser tratado como tal. Esos chicos padecen una disforia de género (DG) (…), antiguamente denominada ‘trastorno de identidad de género’ (TIG), un desorden psíquico reconocido en la más reciente edición del Manual Diagnóstico y Estadístico (DSM-V) de la American Psychiatric Association. Las teorías de la psico-dinámica y el aprendizaje social de la DG/TIG no han sido jamás refutadas”, señalan en su informe.
Una decisión para la edad adulta, aunque tiene riesgos
Por el contrario, abundan los testimonios que refieren deterioros en la salud psico-emocional de quienes son insertos en un esquema que a temprana edad violenta el sexo biológico. Al respecto puede leer el estremecedor testimonio de Nancy quien luego de creer ser Nathan terminó suicidándose al amparo de la ley que en Bélgica permite la eutanasia (pulse aquí).