por Portaluz
15 Mayo de 2014Cuando el gobierno de Michelle Bachelet avanza en Chile para imponer por ley lo que considera un avance en los derechos humanos, el aborto terapéutico, el arzobispo de Concepción, Monseñor Fernando Chomali en declaraciones a la revista Diálogo de su arquidiócesis, establece el por qué una ley como ésta debe ser rechazada categóricamente. También desde la vereda científica respaldan los dichos del arzobispo.La ley que defiende el ejecutivo chileno, por los dichos de algunos personeros del gobierno de Bachelet vertidos en medios de comunicación, hasta la fecha pretende despenalizar el aborto en tres casos puntuales: peligro de vida de la madre, violación e inviabilidad del ser humano en gestación.
La razón que comunica verdad
El arzobispo de Concepción y por años profesor de bioética y miembro de la Pontificia Academia para la vida, monseñor Fernando Chomali explica que aborto “terapéutico” es una acción que tiene por finalidad eliminar la vida del concebido para salvaguardar la salud o la vida de la madre que lo lleva en sus entrañas. “O sea, el medio para lograr la salud de la madre es dándole muerte al concebido”, dice. Esta disyuntiva -explica- en la práctica es muy escasa, sino inexistente, como la literatura médica lo demuestra. “El concepto de terapéutico es abusivo porque terapia significa curar, sanar, pero en ningún caso eliminar la vida de un ser humano, y menos si es inocente”, aclara.
Cuestiona el arzobispo de Concepción que como principio jurídico se establezca que la vida de la madre vale más que la del hijo, mientras que el valor de una persona y su dignidad es independiente del estadio de desarrollo en el que se encuentre o su salud...
“Existe una gran desproporción entre los beneficios que puede significar un hijo menos que alimentar y educar, evitar una situación de desequilibrio sicológico a una mujer que no desea un embarazo, o “salvar su honra” si fue violentada sexualmente, y terminar con la vida de un inocente, que no es más que la negación del derecho básico que tiene todo ser humano a que se le vea respetada su vida, y de modo especial si es inocente. No hay razón alguna que justifique este hecho”, precisa.
Otra cosa muy diferente -señala la revista, aludiendo a dichos de Moseñor Chomali- es que en el contexto del cuidado que el médico le procura a la madre para sanarla de una lesión o enfermedad grave, como consecuencia no querida ni buscada se produzca el fallecimiento del hijo. En este caso no estaríamos frente a un aborto procurado (sino a uno indirecto), que desde el punto de vista moral es completamente distinto. Primero porque la sanación de la madre no se logró con la eliminación del no nacido, y segundo, porque realizar una terapia es siempre lícito, aunque se siga de ella una consecuencia tan lamentable como es la muerte de quién está por nacer. En este caso estarían, por ejemplo, las terapias contra el cáncer, cuyo fin es administrar una droga para eliminar las células dañadas, y que podría darse la muerte del niño in útero.
“Quienes pretenden introducir el concepto de aborto terapéutico, lo que quieren es liberalizar el aborto bajo cualquier condición, tal como ha acontecido en muchos lugares del mundo. Y es bueno que lo digan abiertamente. El aborto procurado, es decir, la eliminación del fruto de la concepción desde el momento de la fecundación hasta el nacimiento es un delito grave, siempre fue considerado así y claramente inmoral. Hoy, lamentablemente muchos lo consideran un derecho”, enfatiza monseñor Chomali.
Falacia dice la ciencia
Respaldando los dichos de Monseñor Chomali, y sustentando sus afirmaciones en su práctica médica como en los estudios de connotados científicos sobre la materia, el médico Juan Francisco Stecher, director del Centro de Medicina Embrionaria y Salud Materna de la Facultad de Medicina de la UCSC (Concepción, Chile) considera una absoluta falacia el empeño ideologizado de quienes promueven leyes de aborto...
“Como ginecólogo obstetra puedo señalar que en la práctica clínica habitual son muy escasos los casos en que está en peligro real la vida de la madre por un embarazo, entre ellas corioamnionitis, preeclampsia severa de inicio muy precoz, insuficiencias sistémicas causadas o agravadas por el embarazo y las enfermedades inmunológicas empeoradas por la gestación. La práctica moderna de la obstetricia en Chile ha solucionado estas condiciones sin necesitad de contar con ninguna regulación fuera de la ya existente. Es una falacia que se necesite una ley que despenalice el aborto terapéutico para mejorar la salud de las embarazadas”.