por Portaluz
24 Octubre de 2017Por años, la estrategia de prevención habitual para evitar contraer el VIH-SIDA y Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS) alentada por el laicismo ha sido una: condón. Sin embargo en todos los países esta medida preventiva ha sido ineficaz para evitar que nuevas personas se infecten con el VIH y las ETS.
A pesar de lo anterior, se ha vuelto recurrente que líderes de opinión (creados como tales por quienes controlan los medios de comunicación masivos), representantes de organizaciones de la sociedad civil, políticos y empresarios, promuevan la erotización y el propio placer como asunto prioritario en las relaciones humanas. Varias de las leyes sustentadas en la ideología de género son un signo de aquello.
En paralelo, las enseñanzas que Jesús el Hijo de Dios comunica en los Evangelios, continúan impregnando la doctrina y pastoral de la Iglesia destacando la urgencia por humanizar y dar sentido trascendente a la sexualidad.
Un reciente estudio realizado en Estados Unidos da un espaldarazo a la moral católica, pues muestra que pese al permanente bombardeo de contenidos eróticos y pornográficos en las redes sociales y medios de comunicación, allí los adolescentes están desechando el condón y optando por la abstinencia.
El informe difundido por Barna Group se sostiene en cifras oficiales de organismos públicos, citando en concreto la investigación coordinada por los Centros de Control de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos entre 2011 y 2015.
Los números son categóricos, pues si en 1988 el porcentaje de varones de 15 a 19 años que informaba haberse iniciado en el sexo ascendía al 60%, en 2015 descendió al 44%. Por su parte las mujeres también descendían desde un 51% a un 42%.
Pero el principal hallazgo de la investigación indica un notable crecimiento en la adhesión a valores morales como la principal razón por la cual optaron por la abstinencia. Así lo informó de forma explícita un 35.4% de las jóvenes y un 27.9% de los varones.
Un 59.7% de todos los adolescentes encuestados reconocían priorizar la abstinencia. Por su parte una inmensa mayoría -el 71,1%- de los encuestados que reconocían haber optado por la abstinencia, señalaron que era la mejor forma de cuidar su salud y evitar infectarse con el VIH-SIDA o alguna ETS. También el temor al embarazo fue una de las razones esgrimidas (un 19,3% de las jóvenes y un 21,2% de los varones). En concreto no creen que el condón sea la solución.
Otro estudio semejante desarrollado en conjunto por la Universidad de Harvard y el proyecto Making Caring Common analizó precisamente la percepción de los propios adolescentes sobre el tema y en base a 3.000 conversaciones directas constató que...
“El 65% de los encuestados de 18 a 25 años -según citan los investigadores de este estudio- (...) hubieran deseado recibir orientación en la escuela sobre los aspectos emocionales de las relaciones afectivas en las clases de educación sexual o de salud. Sin embargo la educación sexual tiende a no formar a los jóvenes acerca de lo que es el amor maduro, o sobre cómo desarrollar una relación madura y saludable”.