por Portaluz
27 Enero de 2022
Isabella tenía 17 años cuando se embarazó. Ella y su novio Luis mantenían una buena relación, pero ninguno de ellos se sentía preparado para la paternidad. Sólo llevaban tres meses juntos cuando Isabella quedó embarazada.
De forma impulsiva, asustados, fueron a un centro de abortos para conseguir la píldora abortiva. Isabella se tragó la primera píldora "lo más rápido posible", queriendo acabar de una vez, recuerda. Pero inmediatamente después de tomar la píldora abortiva, se arrepintió de su decisión. Comenzó a llorar y en su conciencia escuchaba decirse a sí misma que ella "amaba a los niños y podía ser una buena madre para su bebé". Luis al verla en ese estado le confesó que él también "quería que el bebé viviera".
Consumidos por el arrepentimiento, la pareja salió corriendo del centro de abortos y comenzaron a buscar en Google: "¿Cómo revertir un aborto químico?". Los primeros enlaces que vieron eran anuncios de centros de aborto. Luis los pasó por alto, hasta que encontró un anuncio de Abortion Pill Reversal. Llamaron al número. La persona que atendió la llamada les dijo que fueran de inmediato al Centro de la Mujer Tepeyac, que tiene siempre disponible para quien lo necesite, la medicina para revertir la acción de la píldora abortiva.
Complicaciones de la píldora abortiva
Además de ser mortal para el bebé, la píldora abortiva también puede matar o causar graves complicaciones a la madre (Portaluz: Un padre acusa que su hija murió tras ingerir píldoras abortivas). Aunque los centros abortistas dicen en sus páginas web que la píldora abortiva es segura, en un estudio publicado por Contraception Journal, se informa que el 6% de quienes la tomaron acabaron en urgencias.
Pero las cifras pueden ser mayores pues en Estados Unidos sólo la mitad de los estados están obligados a informar sobre las complicaciones del aborto. En este contexto es muy valioso el sitio web Abortion Pill Risks creado por el padre de Holly Patterson, una adolescente que murió de una infección masiva tras tomar la píldora abortiva. El portal documenta los peligros y efectos secundarios de la píldora abortiva.
Una carrera contra el tiempo
Nada más tener la información, Isabella y Luis salieron del aparcamiento del centro abortista "con los neumáticos chirriando". El Centro de la Mujer Tepeyac estaba a una hora de distancia y sabían que estaban en una carrera contra el tiempo.
Se reunieron con una mujer llamada Kathleen, que era la técnica en ecografías del centro, quien les prometió que el personal haría todo lo posible por salvar a su bebé. Kathleen les hizo una prueba de embarazo y el resultado fue positivo. Entonces les hizo una ecografía. Y entonces en la pantalla apareció la pequeña figura de un bebé de nueve semanas. La sala quedó en silencio mientras los ojos expertos de Kathleen buscaban los pequeños latidos del corazón. Y ahí estaban. Diminutos pero clarísimos destellos en el centro de la silueta del bebé llamaron su atención: ¡el corazón seguía latiendo! La tensión en la sala se convirtió en alegría y alivio. El bebé estaba vivo, a salvo por ahora de los efectos devastadores de la píldora abortiva.
Otra cascada de lágrimas recorrió el rostro de Isabella, pero esta vez teñidas de alegría. "¡Nuestro pequeño está vivo!" Sonrió y añadió: "¡Mira ese cuerpecito!" Ella y Luis estaban asombrados. Kathleen les advirtió que su hijo seguía en peligro y les llevó con el director médico del centro de embarazo quien envió inmediatamente una receta de progesterona.
Luego le instruyeron que debería tomar la progesterona todos los días durante la siguiente semana y posiblemente durante todo el primer trimestre del embarazo y Kathleen fue sincera: "Esto tiene un 68% de éxito, así que no podemos garantizar que funcione, pero estamos aquí para ti y estaremos aquí para ti pase lo que pase".
"Nuestro bebé está vivo"
Kathleen programó otra ecografía una semana después. Isabella y Luis se fueron a casa, esperando y rezando para que la reversión funcionara. Afortunadamente, hubo buenas noticias. En la segunda ecografía se vio que el bebé estaba vivo. Esta vez apareció el cuerpo de un bebé de 10 semanas. Los rítmicos destellos de los diminutos latidos del corazón punteaban la pantalla, como las notas musicales de una canción única. El niño estaba vivo y crecía con normalidad. Luis e Isabella se abrazaron mientras ella susurraba emocionada: "¡Nuestro bebé está vivo! ¡Ha funcionado! ¡Las pastillas que nos diste funcionaron!"
El 23 de febrero de 2018, Isabella dio a luz a su hijo y a los pocos días hicieron una foto familiar, donde añadieron la frase: "La vida es un regalo de Dios" y la enviaron al personal del Centro de embarazo. Ahora, el Centro de la Mujer Tepeyac tiene una foto enmarcada de la pareja y su hijo colgada en la pared de la sala de personal. Es "un recordatorio diario de lo frágil, hermosa y maravillosa que es la vida ", dice Kathleen.
Fuente: Live Action