La batalla de una joven polaca con la maternidad: "No abortes o tu conciencia te matará", le decía la Virgen

La batalla de una joven polaca con la maternidad: "No abortes o tu conciencia te matará", le decía la Virgen

Hoy es una mujer de este tiempo, influencer, con foco en su fe católica, que adora a Jesús Sacramentado todos los días, que reza el Rosario y evangeliza. Sin embargo, 'pasó mucha agua bajo el puente', aguas turbias, antes de darle el Sí a Dios.

por Portaluz

1 Agosto de 2025

Anna Leśniak procede de una familia católica tradicional de Polonia. Creció en Radom y como tantos jóvenes, abandonó la iglesia, la práctica de su fe, al pasar pasó por una adolescencia frenética y rebelde. A menudo decía a sus padres que iba a misa -cuenta Anna al portal polaco Niedziela-, pero en realidad corría al parque. Cuando en el instituto empezaron las fiestas ella destacaba por pasar los límites sociales. "Tenía una mentalidad completamente distinta, pensamientos diferentes, prioridades completamente distintas. No iba en mi camino de la mano de Dios", recuerda.

Ya antes de graduarse en el instituto, acudió por primera vez a una adivina. Quería saber si aprobaría el examen de acceso a la universidad. Se hizo adicta a estas visitas y acudía todos los meses porque no veía nada malo en ello. Siendo joven, se marchó de su ciudad natal a Poznań. Allí conoció a su futuro marido.

Camino a la conversión

nuestra senora del rosario de pompeya

Nacieron los hijos, primero fue una niña y luego un varón y entonces el año 2012, la pareja decidió contraer matrimonio. Para entonces Anna ya había vivido muchas experiencias complejas, como el haber tenido por ejemplo dos abortos espontáneos. Pero tal como ella lo sincera, esas dramáticas experiencias aún no la acercaban a Dios. "No me confesaba, no recibía los sacramentos", rememora.

Su conversión llevaría mucho tiempo, y comenzó cuando Anna se quedó embarazada de nuevo. "Lo de Klara no estaba planeado, porque en aquel momento me estaban tratando de una neurosis de ansiedad y tomaba antidepresivos fuertes", subraya.

En uno de los controles médicos le diagnosticaron un hematoma en el útero y tuvo que guardar cama durante seis semanas. Angustiada, sabiendo que ya había tenido dos abortos espontáneos, comenzó a pensar en Dios. Lo primero que hizo fue googlear oraciones en Internet para un embarazo en peligro. Se aferró a Jesús, pidiéndole no perder a su bebé. Sus oraciones serían escuchadas, pero enfrentó un nuevo desafío... su matrimonio pendía de un hilo.

 

Anna le contó sus problemas a la suegra de su hermana. "Me aconsejó que rezara la Novena de Pompeya. Yo no sabía en qué consistía, no sabía rezar el Rosario. Cuando oí hablar de tres Rosarios al día, me pareció inviable. A menudo apenas lograba hacer una breve oración", confidencia.

¡Bota esos amuletos!

hilo rojo

No obstante sus resistencias y temores, sabiendo que quería mucho a su marido, ella decidió intentarlo. En el tiempo de la Novena llegó la fecha en que solía ir a la adivina y entonces, una firme certeza interior le llevó al convencimiento de que era momento de soltar todo aquello, salir de las aguas turbias. 

Las cuentas del rosario se desgranaban día a día en sus manos, el espíritu maligno no se rendía. Anna, que leía mucho sobre ocultismo, llegó a pensar que estaba poseída. Encontró el contacto de un sacerdote exorcista y concertó una cita. "Yo llevaba un hilo rojo en la mano para protegerme del peligro y de la energía negativa. Al cuello me puse una cadena con un ángel. El sacerdote me pidió que me quitara estos amuletos y me pusiera una medalla con la imagen de Nuestra Señora", recuerda. Y por fin, tras una sincera confesión sacramental llegó la liberación, la paz de su alma. El clérigo prometió rezar una novena por ella. Anna estaba radiante.

"No abortes o tu conciencia te matará"

keerthichn.

Poco después, volvió a quedarse embarazada y para dolor de Anna, su marido le propuso abortar. Desde hacía varias semanas tenían un viaje ya pagado de cuatro días a Dubai y se embarcaron con el conflicto a flor de piel. "Discutíamos todos los días porque yo no quería oír hablar del aborto. Soñé con la Virgen, que me decía: «No abortes o tu conciencia te matará»", relata Ana.

Tras despertarse de aquel sueño, anunció a su marido que no abortaría. La pareja regresó al país. Al cabo de tres semanas, el marido de Anna se marchó. Pronto también presentó los papeles del divorcio en el juzgado. Profundamente afectada Anna regresó con sus hijos a Radom, su ciudad natal. El embarazo corría peligro. "Me sentía mal. Tuve que tomar medicamentos para mantenerme. Pero perseveré en mi fe, recé a Dios por intercesión de María y pedí un milagro", recuerda. Y el milagro se produjo. Mia nació a las 40 semanas. "Tuve un parto muy rápido, las matronas juzgaron que fue casi un parto de libro", subraya.

En 2020. Anna se salió del camino que llevaba. Conoció a un hombre casado y empezó una aventura. Recibía de él las atenciones que tanto necesitaba, dice. Mientras estaba en esta relación, dejó de rezar, no iba a la iglesia, no recibía los sacramentos. Dejó de leer las Escrituras. Intentó varias veces poner fin a la relación, pero reconoce que la esclavitud del sexo era más fuerte.

«¡Dios, ayúdame, no puedo seguir viviendo así!»

Una noche cuando los niños ya dormían se sentó en la cocina, sola, la conciencia le remordía y empezó a clamar a Dios: «¡Ayúdame, no puedo seguir viviendo así!».

Al día siguiente sintió cómo el Señor Dios había puesto un muro entre ella y aquel hombre. Anna volvió a la Iglesia y se confesó.

En 2023 y tras ser acompañada por un sacerdote exorcista, recibió la sentencia que declaraba inválido su matrimonio eclesiástico. Estaba en paz con esa parte de su historia.

Hoy agradece al Creador incluso sus caídas del ámbito sexual. Gracias a ellas, cree haber madurado en la fe. "Tenía que suceder, tenía que pasar por todo esto para tener más conciencia, más fe, y para poder notar estas gracias que recibo de Dios por intercesión de María", comenta.

Unida a Cristo, influencer de la Evangelización

2025-08-01 15-47-05

Anna vive una vida de pureza. Aprende lo que es aceptarse y quererse a sí misma. También evangeliza en TikTok. Todos los viernes reza el rosario. Su perfil es seguido por más de 30.000 personas. Allí comparte su testimonio y cuenta cómo actúa Dios en su vida.

Va a la iglesia todos los días, recibe el Cuerpo de Cristo, reza el Rosario y adora a Jesús Sacramentado.

La mujer difunde la Novena Pompeyana en su comunidad, su familia y las redes sociales. Habla del significado y el poder del rezo del Rosario. También ha perdonado a su ex marido. "Hemos de perdonar para que el odio no nos destruya por dentro. Si guardamos rencor a alguien, el espíritu maligno utiliza eficazmente esas heridas para atacarnos. El perdón da la verdadera libertad", dice Anna Lesniak.

Ella confía en Dios, aunque su vida no es en absoluto tan fácil como podría parecer. Su hija Klara, de 8 años, tiene autismo. "Es difícil aceptar las dificultades. Antes era pretenciosa, no entendía el plan de Dios, pero ahora veo cada vez más. Pido la curación de mi hija, rezo por ella. Ofrezco cada peregrinación por la intención de mi Klara. También sé que a través del sufrimiento me identifico con Cristo, tengo una relación más profunda con Él", admite Anna y concluye:

"No hay casualidades, cada circunstancia, las personas que encontramos... es la voluntad de Dios. Lo importante es aceptarla con humildad, para que no sea mi voluntad sino la Suya la que se cumpla al máximo".