por Redacción
11 Junio de 2022
Las mamás escuchaban a Jesús y veían sus obras, vieron que era un hombre de Dios y quisieron que bendijera a sus hijos, y Jesús lo hizo imponiendo sus manos sobre ellos, que era la forma de bendecir en su tiempo.
¿Por qué aquellas mamás querían la bendición de Jesús? Porque -según destaca este artículo del portal “Desde la Fe”- los padres siempre buscan lo mejor para sus hijos, y sabían que Jesús actuaba en el nombre de Dios. Sólo Dios puede bendecir válidamente. Bendecir significa “decir algo bueno”. Cuando Dios dice algo bueno, esto se cumple porque la Palabra de Dios es poderosa y creadora. Cuando Dios crea el mundo lo hace con su palabra: “hágase”, y todo sucedía como Dios lo decía. Solamente a Dios le pedimos que nos bendiga y sólo sus bendiciones se cumplen.
Pero Jesús nos pidió que dijéramos cosas buenas de los demás, que bendijéramos; no que dijéramos cosas malas, que maldijéramos (Rom. 12, 14). Nos pidió que bendijéramos incluso a los que nos persiguen.
Los discípulos de Jesús tenemos que bendecir, y siempre lo hacemos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Los que bendecimos estamos actuando en el nombre de Dios, que es quien en realidad bendice. Bendicen los papás a sus hijos, y es Dios quien bendice. Bendicen los sacerdotes, y es Dios quien bendice.
La cruz sobre nosotros
Desde el tiempo de los apóstoles, cuando se da el Bautismo, se marca la frente de los que lo reciben con la señal de la cruz. El signo de la cruz es la gloria de los cristianos.
Cuando un sacerdote bendice traza la señal de la cruz sobre quien recibe esta bendición. Pero también la trazamos sobre nosotros mismos cuando pedimos que Dios esté presente en nuestra vida. Todo lo que iniciamos lo hacemos bajo esa señal de la cruz y con la invocación de la Santísima Trinidad.
La Misa comienza con la señal de la cruz y termina con una bendición con la señal de la cruz de parte del sacerdote. Amamos la cruz y la consideramos una bendición sobre nuestras vidas.
¿Cómo hacerlo? Padres, bendigan a sus hijos
Una manera sencilla de impartir la bendición es marcar la señal de la cruz en la frente de tus hijos. Mientras lo haces, reza alguna bendición concreta como: “Que Dios te bendiga en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo”. También puedes bendecir con la fórmula propuesta por el bendicional de la liturgia Papal que puedes conocer pulsando aquí.
¡Qué hermoso sería que los papás recobraran la valiosa costumbre de bendecir a sus hijos al acostarse o cuando salen de casa!