Clases suspendidas por bloqueos y ataques. Sin poder recibir a los alumnos, el Instituto "Effetà" que devuelve la palabra a los niños sordos o la Casa Franciscana para Niños están cerradas.
Desde el 7 de octubre, miles de niños y niñas de toda Palestina no han ido a la escuela. "Hasta hace dos meses, tardaba 15 minutos en llevar a los niños al frente de la escuela de monjas italianas, pero ahora, con los puestos de control de los soldados y colonos israelíes que han venido a tomar incluso los pastos, se tarda más de una hora", dice Ibrahim, un mecánico de Jerusalén que ha perdido su trabajo debido al hachazo en los permisos contra los palestinos.
El Instituto "Effeta Paolo VI" de Belén es una escuela especializada para la reeducación audiofonética de niños con discapacidad auditiva que residen en los Territorios Palestinos. "Los objetivos principales del centro", explican las monjas Dorotea "son la formación y preparación de los alumnos para enfrentarse a la sociedad con la conciencia de que la sordera no es un obstáculo para la afirmación personal en el ámbito civil".
Pero la mayoría de los niños no se han visto durante dos meses, y el aprendizaje a distancia no es una solución para este tipo de educación. El Instituto acoge cada año a unos 200 niños con discapacidad auditiva. Proceden de diferentes zonas de los Territorios Palestinos: Belén, Beit Jala, Beit Sahour, Ramala, Hebrón, hasta Jericó, en la frontera con Jordania.
Este año, la Navidad estará desprovista de celebraciones en la plaza
Las luces apagadas, las canciones pospuestas. Los riesgos provocados por el conflicto han aconsejado llevar a cabo únicamente ritos religiosos en familia, renunciando también a los momentos de celebración con la comunidad islámica, que siempre han caracterizado la Navidad en Belén. Lugar que también alberga a la Casa Franciscana de los Niños, una de las muchas instituciones sociales de la Custodia de Tierra Santa. Fundada en 2007, su propósito es atender a niños, niñas y adolescentes en situación de dificultad familiar. Se encuentra a pocos metros de la Basílica de la Natividad, donde algunos niños solían pernoctar en la casa, mientras que otros asistían a ella después de la escuela hasta la noche y luego regresaban con sus familias. Esto, al menos, era la rutina antes del desastre y ataques de Israel que continúan acribillando a los palestinos en Gaza y los de colonos extremistas sobre sectores de la Cisjordania.
Sin educación y atención, los niños no tienen ninguna oportunidad en su futuro. Esto es exactamente lo que quieren los fundamentalistas, siempre en busca de nuevos adeptos para seducir, allí donde el malestar es más profundo, señalan algunos padres palestinos al portal italiano Avvenire.
La Basílica de la Natividad, que alguna vez estuvo llena de filas durante horas para una oración en el lugar del nacimiento de Jesús, ahora está completamente vacía. Pero para Francesco Patton, Custodio de Tierra Santa, este es precisamente el tiempo de la esperanza que debe concretarse. "En la situación de conflicto que vive Tierra Santa -escribió, haciendo una promesa-, es urgente que los franciscanos estemos cerca de las comunidades cristianas que viven en esta tierra".
Fuente: Avvenire.it