por Portaluz
27 Diciembre de 2024El registro del martirio de los niños de Belén se informa en el Evangelio de San Mateo. Allí se dice que cuando el rey Herodes se enteró por los sabios de Oriente de que el rey de los judíos profetizado por los profetas había nacido, estaba aterrorizado de perder el poder, por lo que decidió matar al Mesías recién nacido.
Los Reyes Magos -presionados por Herodes- debían encontrar al Niño e informarle dónde estaba. Sin embargo, advertidos por un ángel, no se lo informaron y, sin pasar por Jerusalén, regresaron a su tierra natal. Esto enfureció al rey, por lo que ordenó matar a todos los niños menores de 2 años de Belén, con la esperanza de que así asesinaría también a Jesús. Sin embargo, la Sagrada Familia -advertido San José en sueños -, huyó a Egipto antes de la matanza.
Los niños de Belén, aunque inconscientemente, murieron por Jesús y así lo salvaron, por lo que son reconocidos por la Iglesia como mártires.
Así, el martirio de los Santos Inocentes que celebramos cada 28 de diciembre fue citado ya en el siglo II por San Ireneo, y en el siglo III por San Cipriano. En el siglo V, su culto ya estaba muy extendido. San Agustín escribió sobre ellos: "Los niños que fueron arrancados de los pechos de sus madres por la impiedad de Herodes fueron llamados con razón flores de mártir. Estos son los primeros brotes de la Iglesia, desarrollados en medio de la incredulidad, y prematuramente pesados por la envidia helada de la persecución".
La tradición cristiana enfatiza que, aunque los niños de Belén no fueron bautizados, el martirio los unió a Cristo, por lo que se dice que recibieron el bautismo de sangre. En la historia del cristianismo ha sucedido muchas veces que personas no bautizadas -por ejemplo, los catecúmenos que se preparan para recibir los sacramentos- sufren la muerte por martirio, debido a su fe, a su vínculo con Jesús. También de todos ellos se dice que reciben el bautismo de sangre.
Relato - Evangelio según San Mateo 2,13-18
Después de la partida de los magos, el Ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: "Levántate, toma al niño y a su madre, huye a Egipto y permanece allí hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo".
José se levantó, tomó de noche al niño y a su madre, y se fue a Egipto.
Allí permaneció hasta la muerte de Herodes, para que se cumpliera lo que el Señor había anunciado por medio del Profeta: Desde Egipto llamé a mi hijo.
Al verse engañado por los magos, Herodes se enfureció y mandó matar, en Belén y sus alrededores, a todos los niños menores de dos años, de acuerdo con la fecha que los magos le habían indicado.
Así se cumplió lo que había sido anunciado por el profeta Jeremías:
En Ramá se oyó una voz, hubo lágrimas y gemidos: es Raquel, que llora a sus hijos y no quiere que la consuelen, porque ya no existen.