Foto principal gentileza de Luc Adrian.

Valiente testimonio de fe deja la redactora jefa de Famille Chrétienne, tras fallecer de un cáncer cerebral

27 de enero de 2022

Bénédicte Drouin-Jollès fue jefa de departamento en Famille Chrétienne, y luego Redactora Jefa de la página web y los números especiales de la revista.

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La periodista y redactora jefa del portal francés Famille Chrétienne, Bénédicte Drouin-Jollès, ha vivido su enfermedad "como un viaje hacia Dios, no sin los sinsabores de la lucha pero tampoco sin alegría", dice en un testimonio conmovedor que ella misma ha dejado registrado (en francés) en el podcast Un beau jour que puedes escuchar pulsando aquí  (A causa de la enfermedad, su forma de hablar es confusa por momentos, pero esto no resta fuerza a este conmovedor testimonio).

 

Bénédicte llevaba una vida a trescientos km por hora cuando, a los 52 años, le diagnosticaron un devastador tumor cerebral. Lejos de caer en el desánimo, apoyada por el inquebrantable amor de su marido y familia, así como por la gracia del Señor, ella inició una firme carrera hacia el Cielo que duró poco más de dos años.

 

El tumor cerebral que la privó poco a poco de su movilidad y de sus sentidos, sobre todo en los últimos meses, para ella fue una oportunidad de crecer en la fe y abandono en el Señor. "Cuando supe que estaba enferma, pedí la gracia de vivir esta enfermedad en paz, con abandono y fe", confió el pasado noviembre de 2021 en el referido podcast Un beau jour.

 

Sus correos, enviados con regularidad durante su enfermedad -cuentan sus compañeros de Famille Chrétienne-, estaban efectivamente llenos de "una paz sobrenatural y de una fe edificante", que no rehuía las dificultades: "Acojo cada paso, tratando de ver cada día como un regalo de Dios. No puedo decir que todos los días sean fáciles. Hay días en los que soy un grano en el trasero, hay días en los que lloro...", escribía Bénédicte en uno de sus mensajes.

 

"Con la cabeza en el cielo y los pies en la tierra"

 

 

Con el coraje y la determinación que la han caracterizado, Bénédicte Drouin-Jollès optó por volver a la alegría del Señor una vez pasadas las lágrimas: "Siempre he tenido esta frase en el corazón para eventos como este y para todo: La alegría del Señor es nuestro baluarte. Ya es bastante malo estar enfermo. Si además de eso lo vives en rebeldía, sin la gracia que el Señor puede darte, es un doble castigo".

 

Así que, armada con su pluma y su humor, la periodista escribía en correos electrónicos sobre las pequeñas cosas de la vida cotidiana que veía llenas de la gracia del Señor: una sesión de jardinería, la afición de su marido y sus yernos por las pastas gratinadas -le gustaban tanto las verduras-, un hermoso paisaje... Las difíciles sesiones de quimioterapia o de tratamiento fueron para ella una oportunidad de conocer a personas edificantes y de dar testimonio de su fe. Su fe atractiva y alegre siempre había sido radiante. "Tenía la cabeza en el cielo y los pies en la tierra", dice Emmanuel Bourceret, director de diversificación editorial de Famille Chrétienne, que trabajó con ella durante mucho tiempo. "Nunca se quejó, dando constantemente gracias a Dios, bendiciéndole por su marido y yernos que la acompañaron y apoyaron fielmente hasta el final", destacan en el portal francés.

 

Treinta años en Famille Chrétienne

 

Bénédicte tuvo que dejar de trabajar para la revista Famille Chrétienne en el verano de 2021, después de más de 30 años de leal servicio. "Mucho más que una colega, Bénédicte era una amiga. En el seno de la redacción, brillaba con su luminosa sonrisa, impresionaba con su determinación y edificaba con su profundidad", afirma Antoine-Marie Izoard, directora de la redacción. "Dejar su trabajo, que tanto le gustaba, fue un sacrificio que le costó mucho, pero que ofreció, como el resto, con una sonrisa", reitera Antoine-Marie.

 

El pasado martes 25 de enero, Charles Jollès anunció así el fallecimiento de su esposa: "Nuestra querida Bénédicte partió a media mañana serena y tranquila hacia su Señor. Estaba muy tranquila, muy pacífica y no sufría".

 

 

Fuente: Famille Chrétienne

 

 

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