¿Nació el Mesías, Jesús, un 25 de diciembre? La respuesta de Benedicto XVI y algunos escritos de Qumram

22 de diciembre de 2022

La verdad histórica contenida en los evangelios, la sabiduría de Papa Benedicto XVI, los estudios de las ciencias humanas a lo largo de los siglos, pero también los escritos de Qumram permiten aproximar la fecha en que nació Jesús.

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Los católicos obedientes al Papa, el obispo de Roma, y la mayoría de las iglesias cristianas del mundo celebran cada 25 de diciembre la Natividad de Jesús: el hijo de José y María, judío, descendiente de David, a quien millones de personas -por los siglos de los siglos- han confesado, confiesan y confesarán como el Salvador de la humanidad, engendrado y nacido por la acción del propio Espíritu Santo… llamado el Emmanuel, Jesucristo, el Hijo de Dios.

Pero no todos los cristianos del mundo celebran la Natividad de Jesucristo ese día.  Ello pues la fecha exacta de este histórico nacimiento permanece aún como parte del misterio.  Tal como enseña el Catecismo de la Iglesia católica en su numeral 514…. "Desde los pañales de su natividad (Lc 2, 7) hasta el vinagre de su Pasión (cf. Mt 27, 48) y el sudario de su Resurrección (cf. Jn 20, 7), todo en la vida de Jesús es signo de su misterio".

Los escépticos, agnósticos y ateos también se preguntan ¿Por qué ni siquiera los evangelios indican explícitamente la fecha exacta en que ocurrió un evento que tendría implicancias para toda la humanidad? De hecho el Evangelio de Marcos y el de Lucas ni siquiera narran el acontecimiento.

El asunto no es baladí toda vez que el acuerdo para determinar la escala de los años que nos rigen -establecido hacia el 530 d.C. por Dionisio el Exiguo, matemático de origen sirio y monje- señala que el año 1 se despliega a partir del nacimiento de Jesús (en la Edad Media este evento del 25 de diciembre marcaba el inicio del año).  El Papa Gregorio XIII ordenaría luego el calendario que hasta hoy rige a buena parte del mundo (estudios del año 1578). La historia -incluso la de los ateos- tiene así un a.C. (antes de Cristo) y un d.C. (después de Cristo).
 
El lenguaje de los evangelios
 

 
"Viendo no ven, y oyendo no oyen ni entienden…"  desafiaba el propio Jesús a quienes no comprendían ni creían las verdades que comunicaba con sus enseñanzas y acciones. Jesús hablaba en parábolas, pero en particular, todo lo que hacía o dejaba de hacer, todo lo que decía y el contexto en que se expresaba, eran su sello para revelar la Verdad.

Así  también sus seguidores, cuando se abocaron a la tarea de poner por escrito el período desde el nacimiento hasta la muerte y resurrección de Jesús, lo hicieron al estilo de su Maestro. No dijeron explícitamente que nació un día 25 de diciembre, pero entregaron la información que consideraron necesaria y suficiente en relación a este asunto.

El Evangelio de Mateo en el capítulo 2 entrega antecedentes del lugar ("Belén de Judea"), el tiempo ("tiempos del rey Herodes", "el rey Herodes convocó a todos los sumos sacerdotes y escribas…"), de contexto ("unos magos que venían del Oriente se presentaron…"; "vimos su estrella en el Oriente").

El Evangelio de Lucas aporta mayores antecedentes en el capítulo 2, cuando menciona un edicto de César Augusto que ordenaba empadronar y precisa que "tuvo lugar siendo gobernador de Siria Cirino". Puntualiza luego que José viajó con María ya a punto de dar a luz subiendo "desde Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David, que se llama Belén…para empadronarse"… y que allí "en un pesebre" María "dio a luz a su hijo primogénito". Habla también Lucas de pastores que "dormían al raso" vigilando por turnos sus rebaños, avisados del nacimiento por un Ángel del Señor.

Con estos antecedentes, en apariencia escasos, junto a otros aportados por la tradición oral y documentos de no creyentes descubiertos por la arqueología que informan de aquél período, hechos y personajes; apoyándose en las matemáticas y otras ciencias humanas (incluso gracias a la moderna astronomía), estudiosos de todas las épocas, desde el ya citado Dionisio el Exiguo han aproximado la fecha del nacimiento de Jesús.
 
Superando las abundantes teorías y conspiraciones que a lo largo de los siglos o en tiempos recientes buscan sembrar dudas sobre la verdad de los Evangelios, respecto al lugar en que nació Jesús; científicos rigurosos (cristianos, como no cristianos) y en particular la entidad gubernamental “Israel Antiquities Authority” -que confirma la validez de los descubrimientos arqueológicos y registros de historiadores en el Estado de Israel-, respaldan lo que se afirma en los Evangelios: Jesús, el Emmanuel (Dios con Nosotros), el Mesías salvador del género humano y de todo lo creado… nació en Belén de Judea.

Sin embargo aún algunos estudiosos suponen que la Iglesia, por intereses ajenos a la historia, habría influido para que se acepte el día 25 de diciembre como la fecha  del evento…  
 
Las polémicas que sólo mueven a confusión
 
El documento del año 336 d.C. conocido como Depositio Martyrum filocaliana,  que es un primer intento para tener un calendario litúrgico en la Iglesia, establece el 25 de diciembre como fecha del nacimiento de Jesús. Es una de las referencias documentadas más antiguas.

Al respecto, hay quienes fabulan –porque no aportan pruebas cribadas por ciencia alguna- que se habría definido el día 25 de diciembre como fecha, para desterrar del corazón de las gentes la fiesta pagana "Natalis Invicti" (culto idolátrico de Mitra al "Sol que nace") surgida de los cultos romanos más antiguos.

Otros señalan que esta festividad "Natalis Invicti" y similares, fue posterior al momento del nacimiento de Cristo (apuntando al emperador Aurelio en el año 274) y que precisamente los enemigos de la fe de los primeros años la impusieron al 25 de diciembre para opacar el nacimiento del auténtico "Sol de la salvación y justicia", Jesucristo. En tal situación la Iglesia se habría visto obligada a restaurar posteriormente aquello que los paganos habrían pretendido borrar.

Pero entre tanta opinión que confunde al creyente y da espacios también al no creyente, es bienvenida la exégesis histórica que propone un sabio y santo hombre de Dios de este tiempo, que más pronto que tarde será reconocido como un "Padre de la Iglesia". Efectivamente, S.S. Papa emérito Benedicto XVI en su libro "La infancia de Jesús" (Librería Editrice Vaticana, 2012,) señala: "nace Jesús y termina la astrología...".

La luz de Papa Benedicto XVI
 

 
¿De dónde sacaron "Mateo y Lucas la historia que ellos cuentan?",  plantea Papa Benedicto XVI en el referido estudio "La infancia de Jesús". Y este sabio de nuestro tiempo nos lleva a poner la atención en la estrella que se posó sobre el pesebre, reflexionando que: "A caballo entre el año 7 y el 6 antes de Cristo se verificó una conjunción de planetas: Júpiter, Saturno y Marte". A esta, según el gran astrónomo Keppler, se había añadido una supernova, de la que parece haber indicios en "tablas cronológicas chinas" relacionadas con el año 4.  

El hoy Papa emérito habla, obviamente, de la estrella de Belén que guió a los magos y a los pastores, según relatan los evangelios.

Citando a Gregorio Nazianzeno, el Benedicto XVI escribe en el mismo documento que "en el momento mismo en el que los Magos se postraron ante Jesús, habría llegado el fin de la astrología, porque a partir de ese momento las estrellas habrían girado en la órbita establecida por Cristo".

También en la Audiencia General del 23.12.2009 el hoy Papa emérito entregó otros antecedentes sobre el hecho, declarando: "El primero que afirmó con claridad que Jesús nació el 25 de diciembre fue Hipólito de Roma, en su comentario al libro del profeta Daniel, escrito alrededor del año 204. Algún exegeta observa, además, que ese día se celebraba la fiesta de la Dedicación del Templo de Jerusalén, instituida por Judas Macabeo en el 164 antes de Cristo. La coincidencia de fechas significaría entonces que con Jesús, aparecido como luz de Dios en la noche, se realiza verdaderamente la consagración del templo, el Adviento de Dios a esta tierra..."

"En la cristiandad la fiesta de Navidad asumió una forma definida en el siglo IV, cuando tomó el lugar de la fiesta romana del "Sol invictus", el sol invencible; así se puso de relieve que el nacimiento de Cristo es la victoria de la verdadera luz sobre las tinieblas del mal y del pecado. Con todo, el particular e intenso clima espiritual que rodea la Navidad se desarrolló en la Edad Media, gracias a san Francisco de Asís, que estaba profundamente enamorado del hombre Jesús, del Dios-con-nosotros", destaca Benedicto XVI.
 
Las novedades que entrega Qumram

El año 1947 en el Valle de Qumrán, junto al Mar Muerto, aparecieron en diversas cuevas, once en total, unas jarras de barro que contenían un buen número de documentos escritos en hebreo, arameo y griego. Se sabe que fueron escritos entre el s. II a.C. y el año 70 d.C. Los expertos han logrado recomponer unos 800 escritos de entre varios miles de fragmentos que están disponibles online (pulse para ver). Pero son de todos los libros del Antiguo Testamento, excepto de Ester, de muchos libros judíos no canónicos ya conocidos e incluso de otros hasta entonces desconocidos, y varios escritos propios del grupo sectario de esenios que se habían retirado a esa zona del desierto. No hay escritos de cristianos propiamente. ¿Qué luz aporta entonces Qumram para identificar la fecha en que nació Jesús?...

El sabio experto en Escrituras israelí Shemaryahu Talmon publicó en 1995 un estudio sobre un calendario litúrgico descubierto en la gruta 4 de Qumrán (4Q321).

En él se consignan las fechas en que cada grupo de sacerdotes debía acudir al Templo de Jerusalén para realizar los sacrificios que la ley señala y en turnos rígidamente establecidos. Según este documento, copiado sobre pergamino entre los años 50 y 25 a.C A. J-C, es decir, contemporáneo de los padres de san Juan el Bautista, Isabel y Zacarías, perteneciente este último al grupo familiar de los Abías (Lc 1,5 ; 1Ch 24,10) y quien tenía asignados dos turnos cada año; el uno, del 8 al 14 del tercer mes del calendario esenio reseñado, y el otro, del 24 al 30 del octavo mes. Este segundo período cae hacia el fin de nuestro mes de Septiembre, confirmando el fundamento de la tradición bizantina, que celebra la fiesta de la "Concepción de san Juan Bautista" el 23 de Septiembre.

Pero como nos advierte el evangelista san Juan, fue en el sexto mes de la concepción de Juan el Bautista cuando ocurrió la aparición del arcángel Gabriel a la Santísima Virgen María. Contando entonces desde el 23 de Septiembre, el sexto mes cae muy exactamente el 25 de marzo, fiesta de la Anunciación. Así entonces, Jesús nació efectivamente un 25 de diciembre, nueve meses más tarde.


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