El número 766 del Catecismo de la Iglesia Católica afirma que "la Iglesia nació del corazón traspasado de Cristo muerto en la cruz (cf. San Ambrosio, Expositio evangelii secundum Lucam 2, 85-89)".
La referencia del anterior texto formativo a San Ambrosio (340-397), indica que la devoción al Sagrado Corazón de Jesús podría haber surgido en los albores de la cristiandad; cuando mujeres y hombres, como el Padre de la Iglesia San Ambrosio -meditando en las verdades reveladas en los Evangelios-, descubren la riqueza de gracias que atrae la devoción al amor de Dios Padre, manifiesto en el 'corazón' de su Hijo, el Mesías Redentor.
Y aquella certeza de verdad predicada en sus homilías por San Ambrosio (Expositio evangelii secundum Lucam), continúa siendo de actualidad. Al respecto, durante este año 2024 se cumplen 104 años de la canonización de Margarita María de Alacoque, la santa religiosa de la Orden de la Visitación que en el Convento de Paray-le-Monial (Francia) recibió un conjunto de revelaciones sobrenaturales (4) sobre el Sagrado Corazón de Jesús.
Jesús lo pide
Animada por su director espiritual -el jesuita san Claudio de la Colombière- la santa testimonia en sus escritos espirituales que el primer viernes de junio del año 1647, fiesta del Corpus Christi, acaeció la tercera de esas cuatro grandes revelaciones. Fue entonces que Jesús le enseñó como había de practicarse la devoción a su Sagrado Corazón diciéndole...
"En la noche del jueves al viernes, te haré partícipe de la mortal tristeza que sentí en el Huerto de los Olivos, cuya tristeza te reducirá, sin que logres comprenderlo, a una especie de agonía más difícil de soportar que la muerte. Para acompañarme en la humilde plegaria que elevé entonces a mi Padre, en medio de todas tus angustias, te levantarás entre las 11 y las 12 de la noche para postrarte conmigo durante una hora con la cara en el suelo, tanto para apaciguar la cólera divina, pidiendo por los pecadores, como para endulzar de algún modo la amargura que sentí por el abandono de mis apóstoles, lo cual me llevó a reprocharles que no habían podido velar una hora conmigo. Durante esa hora harás lo que te diga. Pero hija mía, no creas a la ligera en todo espíritu, ni te fíes, porque Satanás estará rabiando por engañarte. Por eso, no hagas nada sin permiso de los que te guían, a fin de que, contando con la autoridad de la obediencia, él no pueda engañarte, ya que no tiene poder alguno sobre los obedientes".
(Fuente: Orden de la Visitación)
La Hora del Sagrado Corazón
Cada jueves, entonces, entre las 11 y las 12 de la noche es "la Hora del Sagrado Corazón de Jesús", a la cual Cristo mismo convoca; para unirse a Él en oración reparadora, compartiendo el dolor que su amable corazón padeció en Getsemaní.
Así describe el evangelista Lucas, en el capítulo 22 de su Evangelio, versículos 39 al 46, lo que Jesús vivió en ese momento que, desde 1647, sería conocido como la Hora del Sagrado Corazón de Jesús: "Salió y, como de costumbre, fue al monte de los Olivos, y los discípulos le siguieron. Llegado al lugar les dijo: «Pedid que no caigáis en tentación.» Y se apartó de ellos como un tiro de piedra, y puesto de rodillas oraba diciendo: «Padre, si quieres, aparta de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya.» Entonces, se le apareció un ángel venido del cielo que le confortaba. Y sumido en agonía, insistía más en su oración. Su sudor se hizo como gotas espesas de sangre que caían en tierra. Levantándose de la oración, vino donde los discípulos y los encontró dormidos por la tristeza; y les dijo: «¿Cómo es que estáis dormidos? Levantaos y orad para que no caigáis en tentación.»"
Los portales web de la Orden de la Visitación y otros relacionados con la devoción al Sagrado Corazón de Jesús, suelen recomendar que en lo posible los fieles acudan ante el Santísimo en esta Hora del Sagrado Corazón de Jesús.