La batalla invisible

Para el Diablo es fácil ocultarse y engañar a niños y jóvenes. Diálogo con el exorcista Sante Babolín

19 de junio de 2015

No se puede excluir una posesión demoniaca cuando libremente un niño o joven invoca espíritus, aunque lo considere un juego.

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En entrevista con el semanario Desde la fe, el reconocido exorcista italiano, P. Sante Babolin, advierte a niños, jóvenes y padres de familia sobre los riesgos de ponerse -por ignorancia- a disposición de los demonios.

Apunta el exorcista a los miles de sitios web que ofertan tiradas de tarot, cartas astrales, zodíaco chino, consultas en línea a gurús y santones, acceso a páginas de agrupaciones y sectas satánicas que no ocultan su identidad, manuales para enseñar a invocar espíritus (Ouija, Charlie-Charlie).  Realidad que ha contaminado,  Internet  y las redes sociales.
 
El P. Sante Babolin fue maestro por más de 30 años en la Universidad Gregoriana de Roma, y luego su obispo lo requirió para llevar a cabo el ministerio de exorcista en la Diócesis de Padua. Actualmente su servicio como exorcista y experto en demonología es valorado en varios países.

 
Desde su experiencia, ¿existe la acción del demonio en estos juegos que invocan espíritus?
Actualmente estoy exorcizando a una persona que organizó, como juego, una sesión de espiritismo en 1994, siguiendo las instrucciones de un libro de esoterismo. Después de muchos exorcismos, el Demonio respondió a las preguntas que yo le hice, como está previsto por el ritual de los exorcismos. Cuando le pregunté: “¿quién te ha enviado aquí?” respondió: “¡Nadie! él me llamó en la sesión de espiritismo y yo aproveché; y ahora estoy todavía aquí”.
 
¿Se puede llegar a la posesión por medio de estos juegos para invocar espíritus que muchos consideran inofensivos?
No se puede excluir; y esto me parece suficiente para evitar el riesgo.

¿Por qué estos juegos son dañinos para los niños y jóvenes?
Son dañinos porque los niños y jóvenes no perciben el peligro; y entonces el demonio toma ventaja: para él es más fácil ocultarse de ellos. El diablo encuentra un poco de alivio al morar en un cuerpo humano; si uno lo llama, aunque ingenuamente, no pierde la oportunidad.

¿Qué efectos emocionales puede provocar en los niños y jóvenes que se exponen con estos juegos?
Se debe tener en cuenta que el demonio, en un principio, no genera problemas a quien lo recibe; los problemas llegan después, cuando intenta utilizar a la persona para sus fines perversos.

¿Cuál es su consejo para los jóvenes y los padres de familia?
A los jóvenes, que tienen ‘cabeza’, yo les diría: puede ocurrir que los errores de su juventud los terminen pagando sus futuros hijos. A los padres de familia les pregunto: si una comida tiene el riesgo de intoxicar a quienes la comen, ¿se la darían a sus hijos?

Detrás de todo este auge de “Charlie, Charlie” está la promoción de una película. ¿Qué le diría a las personas que ponen en riesgo a niños y jóvenes anteponiendo el negocio a la salud espiritual?
Con esto van hacia el abismo.

 

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