"La visita del Papa Francisco a Sudán del Sur es esperada con gran expectativa por la población, no solamente por los católicos, sino también por los cristianos de otras denominaciones". Con estas palabras, ante los micrófonos de Vatican News, Miklos Gosztonyi, franco-húngaro, doctorando en Ciencias Políticas bajo la supervisión conjunta de la Northwestern University y la École des Hautes Études en Sciences Sociales, comenta la actualidad del país en el que Francisco se encuentra del 3 al 5 de febrero, en el marco de su 40º viaje apostólico internacional.
El especialista, quien se centra en analizar el conflicto sudanés, las relaciones centro-periferia y ha realizado varios viajes de campo, desarrolla dos factores importantes para comprender la importancia de la visita simbólica del Papa. El primero es la historia de Sudán del Sur, que se independizó de Sudán en julio de 2011. Luego, hubo una guerra civil que duró 22 años contra el gobierno central en Jartum.
"El gobierno de Jartum intentó desde la independencia de Sudán en 1956, imponer el árabe como lengua y el Islam como religión en el sur. Y el cristianismo fue el aglutinador principal de la unidad de los sudistas frente al gobierno del norte".
El segundo elemento que presenta Gosztonyi es que, menos de dos años después de la independencia, Sudán del Sur entró en una guerra civil con efectos devastadores para la población.
"A pesar de los acuerdos de paz de 2018, los conflictos locales continúan a diario a lo largo del país y la situación humanitaria es catastrófica, con más de 2/3 de la población viviendo en situación de crisis humanitaria grave", añade.
La presencia del Pontífice en estas tierras "es una bocanada de oxígeno para todos los cristianos del país, es un momento muy ansiado, de alegría y de conexión espiritual para un pueblo que ha sufrido y sigue sufriendo enormemente", considera Gosztonyi.