El Papa Francisco alentó el jueves 14 de marzo a una colaboración más estrecha entre el conocimiento indígena y el científico para abordar el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y las amenazas a la seguridad alimentaria y sanitaria a las que se enfrenta el mundo en la actualidad.
La experiencia específica de los indígenas en asuntos relacionados con el medio ambiente puede ofrecer una contribución crucial para abordar estas cuestiones críticas urgentes, afirmó al dirigirse a los participantes en un taller organizado en el Vaticano los días 14 y 15 de marzo por la Pontificia Academia de las Ciencias, para debatir el papel del conocimiento etnoecológico en el desarrollo de soluciones locales que pueden tener consecuencias globales para las agendas del clima y la biodiversidad.
Crecer en la escucha mutua
Francisco – que debido al resfriado que aún padece dijo no poder pronunciar su discurso, dejando la lectura al padre Pierluigi Giroli, de la Secretaría de Estado – agradeció la iniciativa y recordó que gracias al compromiso de la FAO "nació una Plataforma que reúne a científicos, estudiosos y expertos indígenas y no indígenas, para establecer un diálogo dirigido a garantizar la salvaguardia de los sistemas alimentarios de las poblaciones originarias".
"Yo diría en primer lugar que es una oportunidad para crecer en la escucha mutua: escuchar a los pueblos indígenas, aprender de su sabiduría y su modo de vida, y al mismo tiempo escuchar a los científicos, para aprender de sus estudios", destacó el Pontífice y reiteró una reflexión que ya ha manifestado en otras ocasiones sobre el cuidado de la Casa Común…
"Dios nos ha hecho custodios y no amos del planeta: todos estamos llamados a una conversión ecológica, comprometidos a salvar nuestra casa común y a vivir una solidaridad intergeneracional para salvaguardar la vida de las generaciones futuras, en lugar de disipar los recursos y aumentar la desigualdad, la explotación y la destrucción".