El día de Navidad… "volvía del hospital con Edoardo María, el gemelo recién nacido, contesté y oí: hola, soy el Papa Francisco. Me emocioné mucho y empezamos a hablar. Estuvimos hablando por teléfono unos minutos". Así describe Giacomo Cofano, el marido de Viviana Delego, recién fallecida de eclampsia el pasado 17 de diciembre en el hospital de Brindisi (Italia) tras dar a luz a gemelos, lo que vivió el día de Navidad, cuando el Papa lo llamó desde el Vaticano.
La dramática experiencia de esta familia italiana y la fortaleza espiritual del esposo viudo conmovieron al Papa… La misma noche de su pérdida, con el dolor en carne viva, Giacomo olvidándose de sí mismo, había escrito una carta de agradecimiento a los profesionales de la salud que asistieron en el parto a los gemelos y que intentaron salvar la vida de Viviana.
"Viviana fue una mujer, esposa y madre extraordinaria. Lamento que no hayan tenido la oportunidad de conocerla. Amaba la vida, pero sobre todo amaba tanto a su familia que sacrificó su vida para dársela a dos criaturas fantásticas: Edoardo Maria y Emilia Maria… Es cierto, el modelo normal de vida no debería ser así. No es justo que dos preciosos gemelos no tengan nunca la oportunidad de conocer a su madre, ni que una niña de seis años (Emma Maria) no pueda volver a abrazar a su estrella. Sin embargo, detrás de todo este dolor, detrás de toda esta injusticia, hay un aspecto positivo. Haberos conocido a todos vosotros, cuyos nombres no recuerdo, pero que durante cinco largos y esperanzadores días fuisteis los ángeles de la guarda de mi mujer, la madre de mis hijos. Ver las lágrimas en vuestros ojos me hizo darme cuenta de toda vuestra humanidad y de lo mucho que habíais sudado, estudiado para intentar dar esperanza a Viviana. Pero desgraciadamente, como me enseñaron, en medicina dos más dos nunca son cuatro. Sin embargo, siento que debo daros las gracias en mi nombre, en el de mi hija y en el de toda mi familia por vuestro compromiso, profesionalidad y humanidad, que os convierten en auténticos ángeles de la guarda de carne y hueso. Con afecto, Giacomo”, escribía en su carta Giacomo.
¿Qué te ha dicho el Papa? “palabras de consuelo”, declaró Giacomo Cofano al Corriere della Sera y añadió: "Comprendió la tragedia de una madre que dio la vida por sus hijos y el dolor que ha afectado a mi familia. La emoción fue muy fuerte, no recuerdo las palabras exactas, me sorprendió que pensara en mí y encontrara unos minutos para llamarme y darme ánimos. Lo juro, sentí que hablaba con un ser querido, con un amigo. Fue casi como una confesión. Terminó diciéndome que estaba disponible para cualquier cosa. Parece una locura decirlo con lo que nos ha pasado, pero han sido unas buenas Navidades. Le daba sentido. Por cierto, hay una coincidencia: los gemelos nacieron el 17 de diciembre, el mismo día que el Papa".