"El desequilibrio de la proporción entre hombres y mujeres al nacer en algunas partes del mundo en los últimos decenios es consecuencia directa del aborto selectivo en función del sexo, impulsado por la coexistencia de la preferencia por los hijos (varones), la disponibilidad de tecnología para la determinación prenatal del sexo y la disminución de la fecundidad".