Joven víctima de abusos en su familia confidencia que logró sanar "gracias a la compasión y el perdón"
Creció en una familia donde nadie le enseñó ni dio testimonio acerca de Cristo. Excepto su abuela quien cuando Jacob (Jake) Downing tenía 4 0 5 años -según recuerda- le llevó a la iglesia algunas veces. Pero aquellas visitas solo le dejaron el recuerdo de un Dios lejano, "simplemente un tipo agradable en el cielo con barba", señala este joven norteamericano.
Sin una base sólida de fe, sin un vínculo de amor con Cristo, entró en una infancia traumática y desolada que lo moldeó de maneras dolorosas. Recuerda haber tenido una curiosidad infantil por Dios, pero tampoco ha olvidado las razones y el momento en que lo rechazó...
"Mi familia tenía dificultades económicas y estaba plagada de adicciones. A los 8 años, fui víctima de abusos -emocionales, físicos y espirituales- en un hogar en el que ningún niño debería vivir jamás. Crecí rodeado de mucha maldad. Fue en esos momentos cuando llegué a odiar y negar la existencia de Dios".
El dolor no terminó ahí. Una muerte tras otra de personas cercanas terminó por demoler la escasa alegría y esperanza que le quedaban. Durante más de una década, vivió, dice, en un sufrimiento silencioso, "ocultando la depresión, los ataques de ansiedad y los pensamientos suicidas detrás de una sonrisa falsa".
Entre los 19 y los 23 años, Jake decidió que deseaba una vida diferente y mejorar como persona. Leyó sobre psicología, entrenó en el gimnasio y exploró en varias religiones. Buscaba desesperadamente. Hasta que un día, vivió lo que hasta hoy "solo puedo describir como una experiencia mística con Cristo", señala y explica...
"Fue el momento más real de mi vida. El mismo Dios al que había maldecido vino a mí y me dijo: «Renacerás gracias a la compasión y el perdón». En ese instante, supe que era Él. Me dio a elegir. ¡Y le dije que sí!"
Poco después se convirtió al protestantismo. Durante más de un año caminó cada día buscando a Cristo, porque algo en él anhelaba más. "Quería profundidad, verdad. Obsesionado por el conocimiento, me sumergí en la historia de la Iglesia y la formación de las Escrituras. Luché con preguntas, conceptos erróneos y obstáculos teológicos".
En ese fragor emocional-intelectual incluso llegó a creer que los católicos no iban al cielo. Pero cuanto más profundizaba en sus estudios, más se enamoraba de la Iglesia que Cristo mismo fundó.
"En la Pascua de 2025, volví a decir «sí», esta vez a su Iglesia, y me confirmé como católico. Convertirme al catolicismo es la mejor decisión que he tomado en mi vida. Pero nunca habría llegado hasta aquí sin Jesucristo".
Puedes conocer el testimonio en extenso de Jake en el siguiente video: