Opinión

No devolver el golpe

por P. Fernando Pascual 15-09-2025
Imagen gentileza de Cody Otto. Unsplash

Parece sencillo, pero muchos no lo aplican: muchos conflictos serían evitados si aprendiésemos a no devolver el golpe.

En familia uno abre las ventanas y otro las cierra. El primero alza la voz y amenaza. El segundo responde con un insulto. Ya empezó el conflicto.

En el trabajo, uno molesta a los compañeros con ruidos excesivos al mover la silla. Otro se queja ante el jefe. El primero se venga acusando al compañero de alguna falta leve.

Entre países, hay disputas por las fronteras. Un día hay disparos desde uno de los puestos fronterizos. En seguida responden con disparos desde el otro lado.

Hay ocasiones que exigen dar una respuesta al primer (o segundo) golpe: ciertos actos de prepotencia o de abuso deben ser detenidos con firmeza.

Pero en otras ocasiones, un poco de paciencia, dejar que el tiempo pase, quitar importancia a lo que no la tiene, evita ese segundo golpe que luego desencadena, con frecuencia, una contrarrespuesta, y la escalada del conflicto.

Muchas guerras, algunas que han durado años, se habrían evitado con esa sencilla estrategia: no responder al mal con el mal, evitar toda venganza, no aumentar la represalia ante quien ha actuado de modo incorrecto.

El problema radica en que muchas veces el segundo golpe, incluso cuando está apoyado por motivos válidos, no arregla nada y desencadena un nuevo golpe de la otra parte.

La enseñanza sobre el perdón de las ofensas desactiva rabias, detiene conflictos, paraliza odios que luego pueden llegar a la locura.

Cuando no hemos aplicado el consejo, cuando los golpes han llegado de un lado y de otro, y luego nos lamemos las heridas, es triste tener que preguntarnos: ¿Cómo hemos llegado hasta aquí?

Para no tener que lamentar la espiral de violencia que inicia con ese deseo de arreglar las cosas con un golpe de respuesta, podemos ahora esperar un momento mejor, incluso perdonar algo que, en el fondo, no tiene tanta importancia.

Quizá perdemos algún "derecho", pero es mucho más grande haber evitado una pequeña (o gran) guerra, mientras seguimos juntos en la búsqueda de una sana convivencia; una convivencia que, sin renunciar a la justicia, sigue en pie porque se evitaron los daños de violencias vengativas.