A principios del mes de agosto pude asistir al Congreso Mundial de Filosofía que tuvo lugar en la Universidad de La Sapienza de Roma. Al parecer, nos reunimos más de cinco mil personas dedicadas a la filosofía en medio de los calores del verano romano. Podrían comentarse muchas cosas de esos días, pero a mí me llamó la atención cómo en muchísimas sesiones plenarias y de grupos aparecía una y otra vez la problemática filosófica y vital que genera ChatGPT y las otras herramientas de inteligencia artificial nacidas en estos últimos años.
Algunos de mis colegas están realmente alarmados por el desarrollo de estos sistemas que parecen superar muchas competencias humanas, mientras que otros se consuelan diciendo que los sistemas de IA «no tienen creatividad» o que realmente «no comprenden lo que hacen». En todo caso, a mí me parece una cuestión fascinante, que merece atención y, sobre todo, práctica y experiencia, pues el uso de estos nuevos recursos tecnológicos puede transformar muchos campos de nuestra actividad, por ejemplo, la educación.
En este sentido, me ha encantado lo que mi buen amigo y antiguo alumno Hugo C. me escribía hace unos días: «Hace poco vi un vídeo que hablaba de una IA en concreto y la he probado varios días. Se llama Suno. En este caso el ‘prompt’ es una descripción de la canción que te gustaría escuchar. La IA te genera una letra en cuestión de nada. Le indicas el estilo que quieres. Y pulsas «crear». […] Te mando una de las dos versiones que me ha generado con este ‘prompt’: «Una canción sobre mi profesor de filosofía, Jaime Nubiola. A Jaime le gusta estudiar a Charles Peirce. Viaja mucho. Vive en Barcelona. Te invita a pensar».
Me mandó en MP3 la canción creada por Suno y quedé impresionado. Con frecuencia he utilizado a lo largo de este año ChatGPT para componer poesías en las celebraciones de cumpleaños o motivos festivos similares, pero nunca hasta ahora había escuchado una creación musical hecha por un programa de IA con unas instrucciones tan sencillas como las que le había suministrado mi amigo Hugo.
Para poder subir a WordPress la canción creada por Suno le pedí a Hugo que la acompañara con un vídeo sobre IA. Acabo de subirlo a Youtube y aquí está el enlace para quien quiera verlo mientras escucha la canción de la que soy «protagonista». Me parece que sugiere muy bien la potencia creativa de la IA:
¿Quién puede decir que la IA no es creativa? Muchas gracias, Hugo, por tu trabajo que invita a pensar.