Un silencio que duele es cómo definiría el estado que reflejan estas palabras que publico a continuación, lógicamente con permiso de quien me las escribió recientemente:
“Hola, perdón que le escriba por aquí, pero he leído su blog y ha sido la ÚNICA fuente que he encontrado hasta ahora que me ha dado una luz de esperanza, que me demuestra que la ´salida del clóset no es el único camino viable. No quiero entrar en detalles sobre mi sexualidad trastornada, no puedo hacerlo, no soy capaz, pero solo quiero decir que llegué a alegrarme y aliviarme a tal modo, que sentí como una sonrisa en el rostro, músculos que creo que hace tanto no se ejercitaban que hasta me provocó un pequeño dolor en las mejillas...´"
"No quiero quitarle su tiempo planteándole las muchas dudas sobre mi persona, no sé si esa es la idea de proporcionar este correo (se refiere a [email protected]), tampoco puedo pedirle que me recomiende algún terapeuta pues ni vivo en España ni tengo medios para pagarlo, solo me gustaría saber dónde puedo encontrar más información no cargada de lobby y presiones gay, es decir, que no me diga que así nací y que asumiéndome y viviendo conforme a la AMS es la única forma de estar bien, me encantaría si pudiera recomendarme algo que me ayude a entenderme, y de paso a reconstruir mi historia y tal vez llegar a recuperarme, como alguna página o algún libro. Infinitas gracias”.
A menudo recibo estos mensajes que en pocas palabras dicen tanto. Procuro contestar a todos, a veces no llego…Me aportan mucho y agradezco la sinceridad y franqueza, sé que el solo hecho de plasmar en palabras un poco de lo que viven es ya un paso adelante y así lo expresan quienes me escriben.
He querido publicar este fragmento porque deseo que se conozca más sobre la verdad de muchos y muchos homosexuales que buscan otra alternativa. La gran mayoría solo sabe que “debe” salir del armario pero a la vez, experimentan una resistencia interior, un rechazo dentro de sí, algo se les resiste.
Nadie les ha dicho que tienen otra opción. Solamente oyen la voz de un reclamo exterior: “Sal del armario, libérate, sé tú mismo”.
Muchos afirman haberse encontrado con ellos mismos, con su verdadera identidad y actualmente son gais y lesbianas felices, se sienten realizados.
Ahora bien, ¿Qué pasa con todos aquellos que no son felices, que experimentan un dolor interior que no saben qué hacer para que desaparezca? Es algo intrínseco, no pasajero, por eso duele y toca toda su persona.
Algunos de mis clientes han estado años inmersos en el mundo “gay”, conocen las profundidades del terreno que han pisado y buscan otra cosa.
Activos en la terapia reparativa dan pasos hacia el cambio, buscan su identidad, han tomado LIBREMENTE esa otra alternativa.
Ya al inicio de la terapia vislumbran el camino a recorrer, ven y sienten que todo les empieza a encajar. Les cuesta el proceso, pero es liberador, se sienten más ligeros, se encuentran con su verdad, su identidad.
Escogen el tipo de vida que ellos quieren vivir. ¿Es qué hay alguien que se lo pueda negar? Sorprendentemente sí.
El conocimiento es una de las llaves que abren la puerta a la libertad.
¿Quién se atreve a cerrar delante de ti esa puerta y tirar la llave? La persona con dudas sobre su orientación sexual tiene el derecho a CONOCER sus opciones y considero una grave responsabilidad ética y no me meto en moralidades, abocar a alguien a tomar una dirección sin antes mostrarle las opciones.
Algunos dicen: “La terapia reparativa es contraproducente”, “no sirve de nada”. Nunca me imaginé tener que defender lo que veo con mis propios ojos una y otra vez. Pero no lo defiendo, solo lo afirmaré. Al fin y al cabo, no deja de ser una opción.
¿Qué pasaría si todas las personas de todas las edades que experimentan AMS (Atracción al mismo sexo) supiesen, desde el momento que experimentan dicha atracción o tienen dudas sobre ello, que pueden elegir entre vivir su heterosexualidad o la homosexualidad?
Desde diferentes ángulos oímos con insistencia sobre los derechos y la defensa del homosexual y a la vez ¡Qué miedo hay en nuestra sociedad a defender otras opciones! ¡Qué fáciles somos para dar una opinión fundada en la propaganda y la defensa a ultranza de unos pocos, además de hacerlo a ciegas!
Si tienes preguntas, comentarios o estás interesado/a en la terapia puedes ponerte en contacto conmigo en: [email protected] (dirección privada y confidencial).