"Detengamos el genocidio de los Hazaras". Desde San Diego hasta Vancouver, pasando por Londres y Sidney, miles de personas protestaron la semana pasada tras los sangrientos atentados en los que murieron hombres, mujeres y niños de la etnia Hazara en Afganistán. En mayo, casi 100 Hazaras, la mayoría de ellos niñas, fueron asesinados en un ataque contra la escuela Syed Al Shahada en Kabul. Más de 20 Hazaras han sido asesinados este año en Pakistán.
¿Quiénes son los Hazaras? Son una población de origen turco, pero que habla un dialecto persa, que se instaló en Afganistán entre los siglos XVI y XVII y abrazó el Islam chiíta. En 1893, el rey afgano Abdur Rahman Kang decidió eliminar a los Hazaras, tanto porque eran "herejes" desde su punto de vista de gobernante suní estricto, como porque luchaban por el autogobierno de su región. Al menos 100.000 Hazaras, o el 60% de toda la población Hazara de Afganistán, fueron asesinados, y más de 10.000 fueron vendidos como esclavos. La mayoría de los historiadores reconocen los acontecimientos de 1893 como un genocidio.
Los Hazaras también piden que se utilice el término "genocidio" para designar su persecución en Afganistán durante la época de los talibanes, que continúa hasta hoy, con cientos, si no miles, de personas asesinadas sin piedad.
A causa de la represión en Afganistán, desde finales del siglo XIX miles de Hazaras escaparon a la India británica. En la actualidad, Pakistán acoge a un millón de personas de esta etnia. Cuatro millones siguen viviendo en Afganistán.
Con el auge del fundamentalismo islámico, entre 1.000 y 2.000 Hazaras (las estimaciones difieren) han sido asesinados en Pakistán en el siglo XXI, como parte de una campaña más amplia contra los musulmanes chiítas, considerados herejes por la mayoría suní.
Los reportajes de la BBC y The Guardian que describen la trágica situación de los Hazaras en Pakistán se han topado con las protestas del gobierno pakistaní. Sin embargo, los Hazaras de Pakistán y de la diáspora afirman que se hace poco para protegerlos de los sangrientos ataques.