La cuarentena, sus causas y efectos, sigue ocupando la mente y las horas de muchos en el planeta. Pero todos, incluso quienes ya están empezando a salir de casa, y van pasando de una fase a otra, no dejarán de concordar que entre las consecuencias de esta pandemia hay una de crucial relevancia: la manera en que la cuarentena afecta a las familias.
En principio, cuarentena y familia no tienen nada ver, pero las circunstancias actuales fuerzan al vínculo y quizás sea un acierto esta coincidencia. La cuarentena exige quedarnos en casa, donde nos confrontamos con nuestra particular familia. Es también una oportunidad para mirarla con la atención que se merece y tras este objetivo propongo un paralelismo, a partir de una audaz expresión de Santo Tomás de Aquino cuando describió la “familia como un útero espiritual”. Sí, útero espiritual.
Es bella la metáfora. Conocemos la belleza del proceso de crecimiento, de cuidado, alimentación y de preparación para la vida exterior de cada nuevo ser vivo en el seno de su madre, en su útero materno.
Si aplicamos esa imagen a la familia, no como útero material sino espiritual, podrá orientar lo que queremos vivir en su seno. La aplicación inmediata nos remite a ese espacio vital donde se quiere a cada uno por lo que es, se nos ayuda a crecer, se nos acoge y alimenta -no sólo física sino sobre todo humana y espiritualmente- y también se nos prepara para el mundo exterior, a la vida fuera del útero. Esto, por el hecho de que la familia no retiene a sus miembros para sí sino que es una comunidad abierta a otras comunidades.
Pero creo que sólo allí donde cada miembro de la familia es protagonista, porque contribuye a su misión, se la puede vivenciar realmente como un útero espiritual. En definitiva, por colaborar al bien de cada persona y de la sociedad. De tal forma, es también “escuela para la vida” y la convivencia, debido a su ser “escuela para el amor”.
Entonces, ¿cómo contribuimos a generar ese ambiente que a todos nos ayude a crecer y a consolidar nuestras familias como una escuela para la vida, con un sentido trascendente?