Hay fiestas litúrgicas que se han de vivir entrañablemente en el seno del hogar. No basta con las luces en la calle, los adornos en los centros comerciales, ni menos esa ansiedad por comprar y disfrutar…
Ideas para vivir el Adviento
Son sugerencias. Cada familia vea lo que puede hacer. Cada año se puede incorporar algo nuevo. Así, la familia va adoptando gestos y tradiciones que dejarán un poso muy hondo en los hijos.
Aparte de la Corona de Adviento hay otros medios para hacernos presente el Misterio que vamos a celebrar, como en el Nacimiento del Señor
Poner el Belén familiar
Poner un Belén en familia. Tradicionalmente se pone en torno a la fiesta de la Inmaculada. Donde no haya un Belén, que no falte en cada familia, al menos el Misterio con San José, la Virgen y el Niño. Recordad que el Niño no se pone hasta el 24 de diciembre por la noche antes de la cena de Nochebuena. Es bonito que lo acueste en el pesebre el hijo más pequeño de la familia.
Poner pajas al pesebre del Niño
Donde sólo haya un Niño Jesús, o el mismo del Misterio o del Belén, preparar un pesebre con pajas para el Niño Dios. La paja representa el amor con que cubriremos al Niño para que no sufra el frío de nuestra falta de amor, tratando de amar a Jesús también por los que no le aman. Cada miembro de la familia pondrá una pajita por cada obra buena que haga. Así, se preparará la familia a recibir al Niño Jesús.
Poner el árbol de Navidad
El árbol, desde el siglo VIII representa a Cristo. San Bonifacio, evangelizador en Alemania, Inglaterra y otras naciones, derribó el árbol que representaba al falso Odín, y plantó otro representando a Cristo, el único Dios verdadero. El árbol simboliza la unión del Cielo con la tierra, pues hunde sus raíces en la tierra y se eleva hacia el Cielo.
El libro del Génesis prefiguró a Jesús con el árbol de la vida plantado en el Paraíso como fuente de inmortalidad (Gen 2, 9; 3, 22). Isaías anunció la venida del Mesías como la rama que saldría del tronco de Jesé (Is 11, 1-10).
El árbol de Navidad es el pino, pero puede ser también otro. Cuando llega la Navidad todos los árboles han perdido su hoja menos él. Su hoja perenne y su verdor nos hablan de Cristo, que permanece siempre el mismo, ayer, hoy y siempre (Hb 13, 8), mientras que el mundo pasa. Las luces y regalos con que adornamos el árbol nos hablan de los dones de la gracia que Dios nos da por su Hijo, la luz de su Palabra que brilla en medio de las tinieblas, y de nuestra alegría y esperanza por la vida abundante y plena que nos da.
Oración familiar diaria durante el Adviento
Si no se reza diariamente en familia, podrían rezar juntos durante el Adviento. Si ya se reza algo todos los días, se podría rezar un misterio del Rosario, explicando muy brevemente a los hijos el misterio que se rece, y haciendo cada miembro de la familia una petición. Pueden considerarse los misterios gozosos. Se trata de avanzar un poco en la oración familiar.
Calendario Tradicional de Adviento
Lo puede hacer cada niño. Deberá señalarse todos los días hasta la Navidad y un propósito para hacer cada día. El día de Navidad puede estar ilustrado con una escena del nacimiento de Jesús. Los niños revisarán cada día los propósitos para preparar su corazón a la Navidad.
Algunos propósitos para los niños
Los padres podéis proponerles lo que pueden hacer. Sois quienes mejor conocéis a vuestros hijos. Los mayores podéis hacer vuestros propios propósitos.
Todo ello puede parecer para algunos como muy infantil. Pero es que vamos a celebrar el Nacimiento de un Niño, y esto no se entiende si nos hacemos demasiado mayores.