Sin esquivar preguntas, el cardenal Sako levanta la voz para denunciar verdades que pocos medios de comunicación informan... El trasfondo y consecuencias para el mundo cristiano occidental del conflcto mundial que tiene a Siria por escenario.
Cuando en 2003 los Estados Unidos guiaron a la coalición de aliados contra el régimen de Saddam Hussein, el actual cardenal Louis Sako, hoy líder de la Iglesia católica en Irak, era párroco en Mosul. Desde entonces, el purpurado siempre ha conservado en los ojos las imágenes de la destrucción y las lágrimas que la guerra deja tras de sí.
Por esto, al leer las noticias que se publican desde hace algunos días sobre Siria, reacciona y denuncia a quienes tras la bandera de la democracia y la libertad esconden otros intereses. El patriarca caldeo está convencido, además, de que una intervención militar en esta región encendería la mecha que haría explotar un conflicto confesional aún más destructivo, que acabaría por crear un nuevo Oriente Medio dividido en pequeños estados.
Eminencia, usted ha dicho en varias ocasiones que una intervención militar contra Siria sería un desastre, la erupción de un volcán que tendrá consecuencias enormes en toda la región, y por ello invita al diálogo. Pero en el territorio sirio las masacres son continuas… las noticias recibidas cada día hablan de horrores inimaginables contra la población: decapitaciones, raptos, homicidios en masa, violaciones. Ni siquiera se salvan los niños. Frente a esta violencia, ante estos resentimientos, ¿cree que es posible aún un diálogo interno en Siria? ¿Qué tipo de diálogo?
Creo que siempre es posible un diálogo valiente que busque el bien común y que incluya a todos en la política. La solución debe ser política y no militar. La guerra es siempre un mal, complica la situación y no resuelve nada. Creo que un país neutral o un grupo de políticos o jefes religiosos podrían organizar este encuentro, porque no tienen intereses. Una intervención militar por parte de EE.UU. matará a muchos inocentes y destruirá infraestructuras y casas (piensen en el caso de Irak) y no se saben sus consecuencias sobre Siria y sobre los países vecinos. Además, ¿con qué derecho, venden armas a Siria e Irak y después las atacan?
Más allá de su intención de intervenir militarmente, ¿qué le recrimina usted a Occidente: lo que deberían haber hecho o el mal que están haciendo? ¿Qué espera exactamente de los países occidentales?
No entendemos la política occidental. ¡No hay valores! Ved la situación en Egipto, Libia, Túnez, Irak, Yemen y ahora Siria, ¡no entendemos por qué quieren cambiar un régimen dictatorial a favor de otro peor! En Egipto, se fue Mubarak y vino Morsi: ¡qué cambio! Conflictos, corrupción y más pobreza. Lo mismo en Libia, Yemen... ¿Dónde están la democracia y la libertad? ¿Qué hace Occidente para aplicar la democracia? ¡Sólo son eslóganes y excusas para hacer la guerra! Diez años después de la invasión americana en Irak no tenemos democracia. Cada día hay explosiones, muertos y daños. Si Occidente quiere verdaderamente la democracia, debe educar a la gente a la democracia y ayudarles a realizarla, y no crear tensiones y conflictos. ¡Occidente sólo ve sus propios intereses económicos! ¡Qué moral! Las reformas se hacen con el diálogo y hacen falta tiempo y buena voluntad, ¡y no bombas!
¿Qué sucedería en caso de una intervención militar? ¿Y qué lección debe aprender Occidente de lo que ha sucedido en Irak? ¿Qué es lo que hace la situación siria tan complicada?
Por desgracia hoy ni Occidente aprende la lección, ni tampoco Oriente. ¿Qué han aprendido los americanos de la guerra de Irak? ¿Qué han aprendido los regímenes de la región para hacer las reformas? Lo que hace la situación siria tan complicada es la intervención de los gobiernos de otros países en los asuntos internos de Siria. Los países musulmanes, Arabia Saudita, Qatar y Turquía apoyan a la oposición sunita, así como algunos países occidentales. En cambio, Irán, Hizbollah, Rusia están a favor del régimen. ¡Es un conflicto confesional que pretende un nuevo Oriente Medio dividido en pequeños Estados!
En la situación siria hay al menos tres actores: el gobierno de Assad, los rebeldes de la Syrian Free Army y las tropas de Al Qaeda, cada una con sus propios apoyos internacionales, ¿cómo se pueden sentar a la mesa de la mediación si sus reivindicaciones son tan distintas? ¿Y cómo hacer que la violencia cese sin el compromiso armado de terceros?
Hace falta un consenso. Cuando los grandes poderes no apoyan la violencia sino que empujan al diálogo, las cosas cambian. Están los ejemplos de Ghandi en India y de Mandela en Sudáfrica. La lucha de unos contra otros es por el poder, no para traer democracia y reformas. ¡Así que no les vendan armas!
El mundo occidental no entiende por qué los cristianos se han puesto de parte del régimen, y por tanto les ven como cómplices de lo que el régimen está haciendo. ¿Tienen miedo los cristianos de Oriente Medio si los rebeldes, algunos fundamentalistas, toman el poder? ¿Podría de alguna forma explicar cuál es la situación de los cristianos y por qué son en general favorables al régimen? ¿Qué mensaje querría dar a Occidente para comprender cuál es la situación de los cristianos, y comprender cómo debería actuar?
Pobres cristianos. Son una minoría sin importancia que quiere vivir en paz y estabilidad. Los cristianos han aprendido que la primavera árabe ha traído desastres y no reformas. Los fundamentalistas han aprovechado la situación para aplicar la ley musulmana, la shari’a. Para ellos, un dictador es mejor que un régimen religioso cerrado que no acepta a los demás. ¡Occidente no entiende el discurso religioso dominante! ¡Los musulmanes creen que detrás de sus desgracias (creación de Israel) están Occidente y los cristianos, y por tanto la solución es un estado religioso y no uno laico!
¿Qué intereses económicos, políticos y sociales podrían estar detrás de una intervención militar occidental?
Una intervención militar empobrece a todos y trae confusión y miseria. Hay que abrir los ojos alrededor y ver la situación en Libia, Túnez, Irak, Egipto.
Fuente: Aleteia.org/ Tony Assaf