Obispo alemán Stefan Oster sin anestesia: "Roma se pregunta si nos separaremos".
El obispo de Passau, Stefan Oster, considera que la teología en Alemania está en declive tras la muerte de Benedicto XVI. "En lo que respecta a la teología, la gente tiende a vivir todavía de unas pocas grandes figuras; Joseph Ratzinger fue quizá la última de ellas con renombre mundial", declaró Oster a los periódicos del Media Group Bavaria este viernes, fiesta de la Epifanía del Señor. "Pero esos tiempos también han pasado. Teológicamente, hoy la música suena más en otros países", señaló en un tono "inquietante", registraron los medios.
Oster también subrayó que no existía la Iglesia alemana, sino la Iglesia católica en Alemania. "No somos un mundo especial". El obispo añadió: "Por otra parte, se da el caso de que estamos entre las iglesias más ricas del mundo. Muchas cosas en la Iglesia universal se cofinancian desde Alemania. En este sentido, hay influencia".
Oster continuó diciendo sobre el difunto Papa emérito Benedicto XVI: "Por un lado, ha quitado encanto al papado en la medida en que ahora está claro que un Papa no tiene por qué morir en el cargo. Por otra parte, también es muy actual: los obispos solían morir en el cargo, y hoy hace tiempo que está claro que deben presentar su dimisión a los 75 años".
A la pregunta de si en Roma se observa con escepticismo a la Iglesia en Alemania, Oster respondió: "Por supuesto, lo oímos en todas partes. Uno se pregunta hacia dónde va el viaje y si de alguna manera se están independizando en Alemania. Roma se pregunta si nos separaremos".
El obispo añadió que su percepción era que: "En Alemania, quizá se ve demasiado poco lo que significa ser Iglesia en profundidad".
Al respecto hace algunas semanas en el portal de su diócesis Monseñor Oster se refirió así al Camino Sinodal en Alemania:
"No tengo miedos, pero sí tengo temores. Tal como se ve ahora, en algunas cuestiones el camino conduce a una confrontación abierta con el Magisterio - y a un alejamiento de lo que considero el contenido esencial de la imagen cristiana del hombre y de la comprensión de la Iglesia. Mi esperanza sería que preserváramos la unidad, aunque parezca que las diferencias en la Conferencia Episcopal y entre los fieles se perfilan cada vez más y los puntos en común son cada vez menos evidentes".
(...)
"Sigo esperando que se busque y se luche por la unanimidad; yo mismo quisiera aportar mi contribución a ello. Pero me temo que el camino de la Iglesia en Alemania hacia la auto-secularización continuará. Personalmente, seguiré intentando proclamar el Evangelio de la salvación humana por Jesucristo con toda franqueza y, espero, con paciencia y humildad, y al hacerlo, yo mismo seguiré siendo siempre un oyente y un buscador. Al hacerlo, también quiero -como he prometido- permanecer en unidad con el Santo Padre y las enseñanzas que ha testimoniado".
Fuente: KNA