por Portaluz
4 Mayo de 2018En una bien urdida estrategia el laicismo liberal parece haberse concertado, pues este 2018 desde varios países han iniciado presiones utilizando medios de comunicación, pomposas declaraciones y anuncios sobre proyectos de ley. Todo, para legalizar la muerte de personas mediante eutanasia o el llamado suicidio asistido. En el primer caso normalmente es un médico quien interviene para matar y en el segundo se le facilitan al suicida legal o a sus familiares las herramientas.
A mediados de abril Portaluz informó ya respecto de los abusos que -en la aplicación de estas leyes- se está cometiendo en varios países (ver... “La siniestra ley de eutanasia. Ahora matan a los enfermos mentales”).
También en España desde comienzos de abril se ha intensificado el debate orquestado de estudios que sin base estadística y metodológica seria afirman que las mayorías, incluso los católicos apoyarían una ley que permita la eutanasia. (ref. Spanish Attitudes Towards Euthanasia and Physician-assisted Suicide, Rafael Serrano del Rosal y Adrián Heredia Cerro).
El negocio de la muerte es obviamente apoyado por sectores liberales y de izquierda. Es por ello que en su acostumbrado estilo directo y explícito sobre temas de contingencia, el Secretario General de la Conferencia Episcopal de España, Monseñor José María Gil Tamayo ha entrado al ruedo.
Ya en el pasado Gil Tamayo fue enfático para mostrar que no transa con la verdad enseñada por la iglesia al señalar que "la excomunión sigue vigente" para quienes aborten, se hagan parte o legislen a su favor (pulse para leer)
Ahora Portaluz reproduce su declaración íntegra (que también puedes ver en el video al final) ante la arremetida socialista pro eutanasia...“La proposición de Ley del partido socialista sobre la regulación de la eutanasia es todo un monumento a la insolidaridad y al descarte humano, que promueve además un falso derecho, un corredor de la muerte voluntario, y que se pretende introducir en la sociedad española de una manera artificiosa.No hay derecho a esta terrible pretensión de legalización del suicidio en España, que es lo que es en toda regla.A las personas en situación de debilidad absoluta por la enfermedad o dependencia hemos de ayudarlas con los mejores cuidados paliativos, acorde con la inalienable realidad de la persona, que es su derecho a la vida; el derecho a la vida de todo ser humano, con los cuidados de su familia, y toda la atención sanitaria que podamos prestarles, conforme a esa dignidad”.