por Portaluz
2 Enero de 2025El 30 de diciembre de 2024, el Tribunal Regional de Minsk (Bielorrusia) emitió un veredicto en el caso del rector de la parroquia católica de Volozhin, el sacerdote Henryk Okołotowicz. Oficialmente, esto aún no se ha informado por el régimen del dictador Lukashenko -servil a Putin-, pero según confirmaron a Katolik.life los feligreses de su parroquia, el sacerdote fue condenado a 11 años de prisión en una colonia de alta seguridad.
El sacerdote nació en Baranovichi (Bielorrusia), estudió para ser sacerdote en la clandestinidad y se graduó en el seminario de Riga en 1984. Su primer destino de servicio fue en Braslav y luego en Rakov. En ese momento, no había un solo obispo católico en la República Soviética Socialista de Bielorrusia (RSSB) y tampoco una estructura formal de la iglesia católica. Al sacerdote Heinrich se le pidió acudir en ayuda de los creyentes en el este de la república. De Rakov llegó a Gomel, Bobruisk, Mogilev, Borisov, Dzerzhinsk, en un periplo misionero que comenzó a ser registrado por el KGB.
Fue el primer sacerdote bielorruso que visitó Katyn y celebró allí la Santa Misa por los oficiales polacos caídos. Esta eucaristía tuvo lugar en 1984, justo después de que el P. Henryk fuera ordenado sacerdote. Los oficiales soviéticos le detuvieron y multaron. Desde entonces y solo durante la era soviética, el padre Henryk Okołotowicz ha sido castigado por las autoridades unas 30 veces.
Falta de atención a pesar del cáncer
Las autoridades bielorrusas arrestaron al clérigo en noviembre de 2023 y lo han mantenido bajo custodia del KGB desde entonces. Los defensores de los derechos humanos se quejan de la falta de atención médica para el padre Okolotovich -paciente cáncer- en el centro de detención del KGB de Minsk. Poco antes de su detención, sufrió un infarto.
Por el momento, no se sabe qué secreto de Estado habría sido revelado por el sacerdote o para qué país extranjero supuestamente trabajó. Antes del juicio, solo se dijo extraoficialmente que el párroco estaba acusado de causar daños al Estado bielorruso por un monto de alrededor de un millón de euros.
Durante la investigación padre Henryk se declaró inocente. La Arquidiócesis de Minsk anunció hace un año que el sacerdote no podía realizar sus deberes pastorales debido al arresto. Hasta el momento la Iglesia no ha divulgado ninguna información al respecto. El tribunal sólo puso a disposición en Internet el artículo del Código Penal citado en la acusación.
Fuente: Katolik.life