
por Aleteia
21 Octubre de 2016En uno de los cuadernos del diario obtenido durante la primera persecución sufrida a manos de hombres de Iglesia, entre el final de los años 20 y el inicio de los años 30, Jesús le explica al fraile de Pietrelcina qué es la misa. Una página publicada por Francobaldo Chiocci y Luciano Cirri en Padre Pío, historia de una víctima, sobre la que deberían reflexionar todos:
Lo que Jesús revela al santo Padre Pio...
"Y, sin embargo, el altar sobre el cual desciendo ahora es más que Palestina, porque de ella me fui hace veinte siglos y en el altar vuelvo cada día vivo, verdadero, real, aunque escondido, pero soy Yo, precisamente Yo que palpito entre las manos de mi ministro, Yo vuelvo a ustedes, no simbólicamente, no, sino verdaderamente; se lo digo ahora; verdaderamente (...). ¡Getsemaní, Calvario, Altar! Tres lugares de los cuales el último, el Altar, es la suma del primero y el segundo; son tres lugares, pero uno sólo es Aquel que encontrarán."
"(...) Traigan sus corazones al corporal santo que sostiene mi cuerpo; sumérjanse en ese Cáliz divino que contiene sangre. Es ahí que el Amor abrazará al Creador, al Redentor, su víctima a sus espíritus; es ahí que celebrarán mi gloria en la humillación infinita de mí mismo. Venir al Altar, mírenme, piensen intensamente en mí (...)”.
Fuente: A. Gnocchi, M. Palmaro, L'Ultima Messa di P. Pio, pp. 73-74