St. Patrick, San Patricio, el querido patrón de Irlanda, cuya fiesta se celebra cada 17 de marzo, es conocido por ser quien llevó el cristianismo a Irlanda; por haber utilizado el trébol de tres hojas para enseñar la Trinidad y -según le atribuye la tradición- escribir la tan citada oración que comienza diciendo: "Hoy me levanto por medio de una poderosa fuerza, la invocación de la Trinidad…”
Pero Patrick no era irlandés. Nacido en Gran Bretaña, hijo de un funcionario romano, cuenta en su obra “Confessio”, que fue secuestrado por piratas irlandeses cuando era joven y pasó seis años esclavizado cuidando ovejas. Durante este tiempo de aislamiento y privación, escribe que a menudo rezaba cientos de veces al día, pidiendo la protección y guía de Dios. Finalmente pudo escapar milagrosamente y viajar más de 300 kilómetros hasta lograr embarcarse en un barco que le llevó de regreso a Gran Bretaña.
Poco después de regresar, a los 20 años, tuvo un sueño que le inspiró a ser sacerdote y ofrecerse como misionero para evangelizar Irlanda, la tierra donde lo habían esclavizado. Durante 40 años visitó los rincones más aislados de esta gran isla, llegando donde nunca habían escuchado nombrar a Cristo y el Evangelio.
Aunque fue amenazado de muerte y encarcelado, Patrick no dejó de predicar con valentía a los reyes irlandeses hasta obtener la conversión de muchos. Así, reconociendo el liderazgo pastoral y espiritual de Patrick su obispo le ordenó obispo de Irlanda tras fallecer Palladius, quien fuera el primer obispo de esa tierra.
Antes de su muerte, hacia el año 460, el entusiasmo compasivo de Patrick había convertido efectivamente a miles de personas al cristianismo. Los sacerdotes y religiosos formados en los numerosos monasterios y conventos que estableció difundieron el cristianismo en el norte de Europa para inspirar a más misioneros, y los emigrantes irlandeses han difundido su amor por todo el mundo.
Un poderoso himno matutino
La oración matutina llamada “Coraza de San Patricio” es un himno cristiano cuya letra original en irlandés antiguo se atribuye tradicionalmente a San Patricio. Según la tradición, la escribió en el año 433 d.C. para obtener protección divina antes de convertir con éxito al rey irlandés Leoghaire y a sus súbditos del paganismo al cristianismo.
También conocida como The Lorica of Saint Patrick (La Lorica de San Patricio) o The Cry of the Deer (El grito del ciervo), forma parte del Liber Hymnorum, una colección de himnos que se encuentra en dos manuscritos conservados en Dublín.
La mayoría de las personas no llevan equipo de combate en su vida diaria, pero el testimonio de millones rezándola por cientos de años, permite afirmar que La Coraza de San Patricio es una poderosa invocación para alcanzar la protección de la Santísima Trinidad frente a todo mal y adversidad.
Coraza de San Patricio
Hoy me levanto
Por medio de una poderosa fuerza,
la invocación de la Trinidad,
Por medio del creer en sus Tres Personas,
confesando la Unidad
del Creador de todo lo Creado.
Hoy me levanto
Por medio de la fuerza del nacimiento de Cristo y su bautismo,
Por medio de la fuerza de Su crucifixión y su entierro,
Por medio de la fuerza de Su resurrección y ascensión,
Por medio de la fuerza de Su descenso para juzgar el mal.
Hoy me levanto
Por medio de la fuerza del amor de los Querubines,
En obediencia a los Ángeles, al servicio de los Arcángeles,
Con la esperanza de la resurrección para encontrar consuelo,
Con los rezos de los Patriarcas, los anuncios de los Profetas,
las enseñanzas de los Apóstoles, la inocencia de las Santas Vírgenes,
las obras de los hombres de bien.
Hoy me levanto
Por medio del poder del cielo,
La luz del sol,
El resplandor de la luna,
El esplendor del fuego,
La velocidad del rayo,
La ligereza del viento,
La profundidad del mar,
La estabilidad de la tierra,
La firmeza de la roca.
Hoy me levanto,
Por medio de la fuerza de Dios que me conduce,
El poder de Dios que me sostiene,
La sabiduría de Dios que me guía,
Los ojos de Dios que miran delante de mí,
El oído de Dios que me escucha,
La Palabra de Dios que habla por mí,
La mano de Dios que me guarda,
El escudo de Dios que me protege;
Los ejércitos de Dios para salvarme
De las trampas del demonio,
De la tentación de los vicios,
De cualquiera que me desee el mal, de lejos y de cerca,
solos o en multitud.
Yo invoco hoy todos estos poderes para que se alcen entre mí y estos males,
Contra los despiadados poderes que desean el mal a mi cuerpo y a mi alma,
Contra los conjuros de falsos profetas,
Contra las nefastas leyes de los paganos,
Contra las falsas leyes de los herejes,
Contra la astucia de la idolatría,
Contra los hechizos de brujas, nigromantes y hechiceros,
Contra cualquier conocimiento que corrompe el cuerpo y el alma del hombre.
Cristo protégeme hoy
Contra filtros y venenos, Contra quemaduras,
Contra sofocación y angustias, Contra heridas,
De tal forma que pueda recibir consuelo en abundancia.
Cristo conmigo,
Cristo delante de mí,
Cristo detrás de mí,
Cristo en mí,
Cristo debajo de mí,
Cristo sobre mí,
Cristo a mi derecha,
Cristo a mi izquierda,
Cristo cuando duermo,
Cristo al descansar,
Cristo cuando me levanto,
Cristo en el corazón de todo hombre que piensa en mí,
Cristo en la boca de todo el que habla de mí,
Cristo en cada ojo que me mira,
Cristo en cada oído que me escucha.
Hoy me levanto
Por medio de una poderosa fuerza,
la invocación de la Trinidad,
Por medio del creer en sus Tres Personas,
confesando la Unidad
del Creador de todo lo Creado.
A continuación, escuche la historia de St. Patrick en una producción de H&M Televisión.