Salvando almas por el mundo

Mathew, un carismático sacerdote nacido en India revela su extraordinario encuentro con el Espíritu Santo

16 de diciembre de 2016

Ya han transcurrido cuatro décadas desde la ordenación de Mathew Naickomparambil. La misión de este carismático sacerdote es ir por el mundo convocando a que todo ser humano se entregue con fe al Espíritu Santo.

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El sacerdote Vicentino Mathew Naickomparambil nació el 14 de marzo de 1947 en Kodanchery, una localidad rural de India. Su familia era católica y Mathew desde muy pequeño tenía una evidente sensibilidad espiritual. También era tímido y aunque sufría el acoso (bullying) de algunos compañeros, su espiritualidad innata le permitía sobrellevar aquellas situaciones confiándose a la Santísima Virgen María.

Esta y otras experiencias -algunas realmente extraordinarias-, las comparte durante esta entrevista que ha concedido a Portaluz; confiado en que “el Espíritu Santo llegue a todos quienes lean este testimonio”, puntualiza durante la oración inicial de nuestro encuentro.

Tras terminar los estudios de secundaria con 16 años se fue al seminario para ser sacerdote. Cien años antes había surgido en esa región de India (Kerala) una robusta rama de la familia Vicentina y a Mathew le apasionaba la figura del referente espiritual de estos sacerdotes: San Vicente de Paul. Hoy, la Provincia Marymatha (Madre de Dios) de la Congregación Vicentina en Kerala tiene 332 miembros profesos (238 sacerdotes, un hermano, 93 escolásticos), 11 novicios y 81 seminaristas menores.

En el seminario Mathew continuó los estudios, el College. La vida transcurría con dificultades para el joven seminarista que vivía con permanentes dudas de fe y cuestionando las prácticas sacramentales. Eso, hasta que un día… “cuando tenía 20 años, escuché la voz del Señor en oración diciéndome en un susurro, que confiara todas mis inquietudes, toda mi vida, al Espíritu Santo. Al principio sentí algo de temor, pero luego estaba feliz”, confidencia a Portaluz padre Mathew.

Educado en la prudencia, guardó en la reserva de su alma lo vivido. Tres años después tendría otra experiencia con el Espíritu Santo -dice- mientras oraba… «Deja a Dios venir a ti», escuchó decir, mientras una luz se le aproximaba…

“Esta luz me envolvió  como por quince minutos, lleno de Dios. Tenía 23 años. Después de esto, todas las penas y tribulaciones de mi vida se fueron.  Todo mi complejo de inferioridad, mi ansiedad y preocupación que me habían estado molestando desde mi niñez, fueron acariciados, calmados y sanados por el Señor Jesús a través del Espíritu Santo”, testimonia.

Señala padre Mathew que la misma experiencia continuó repitiéndose por cinco meses, en cinco ocasiones, quince minutos cada vez. “Para el sexto mes yo era una persona completamente nueva, pacífico, debido a la experiencia del Espíritu Santo”.
 

¿Fue educado por el Espíritu Santo?
Esto me transformó. Recibí el Espíritu Santo y soy un sacerdote del Espíritu Santo. Un ministerio de predicación de las gracias de Dios por el mundo entero, preparando a la gente para que reciban la poderosa presencia del Espíritu Santo.

Predicar la Palabra de Dios, anunciar la buena nueva de su resurrección, sanar y expulsar demonios… ¿eso es lo propio del ministerio de un sacerdote vicentino como usted?
Nuestra principal tarea es predicar el Evangelio, predicar a Jesús. Lo primero es predicar el amor de Dios, su infinita misericordia; entonces, la gente se llena del amor de Dios porque el Espíritu Santo se manifiesta.

¿Existe alguna persona significativa o recuerdo de infancia significativo en su historia de fe?
Teresa de Lisieux, quien murió a los 24 años de edad. Su testimonio me mostró que podemos agradar al Señor ofreciendo nuestros sufrimientos por la conversión de los pecadores.

¿Qué es lo propio de un sacerdote católico?
Hacer lo que hizo Jesús, predicar lo que Jesús predicó.

¿También expulsar demonios?
Esto ocurre por consecuencia. Suponga que convocamos a un retiro de mil personas… un mes antes comenzamos a orar por estas personas. Pedimos a Dios que tenga misericordia de ellos, que perdone sus pecados, que les bañe en su preciosa Sangre. Así, antes de que lleguen (quienes van a participar del retiro), los demonios ya se han marchado, porque oramos pidiendo se manifieste La Misericordia (Divina), el Espíritu Santo en sus dones.
Luego predico sobre el arrepentimiento, sobre el perdonar a los enemigos. Así no tenemos que decir a los demonios que se vayan. Se van solos.

Los anfitriones de algunos países que usted visita al invitar a sus retiros y eucaristías dicen que usted tiene “dones de sanidad confirmados a nivel mundial”. ¿Qué significa que usted tiene dones de sanidad?
Si por la tarde tengo un programa donde me reuniré con cientos o miles de personas, desde la mañana comienzo a rezar y a pedir al Señor… «¡Ten piedad de estas personas; perdónales; sánalos de sus enfermedades; haz milagros; libéralos del alcoholismo, de la drogadicción, sánalos de los problemas familiares». Lloro y rezo por ellos como si fuesen mi propio hermano. Intercedo. Así cuando vienen al lugar de encuentro las sanaciones se manifiestan. Hemos rezado desde un mes antes y pocas horas antes…
Dos mil años después de la Resurrección y Ascensión de Nuestro Señor Jesucristo Él está a la derecha del Padre pidiendo por nosotros. Entonces, nosotros oramos al Señor Jesús que tenga misericordia también para con aquellos que no vienen (al retiro).

Entonces usted no tiene poder alguno según dice la invitación
Jamás digo que yo he curado a alguien. Sólo los brujos y magos dicen eso. Nosotros (sacerdotes) decimos que no tenemos ningún poder, pero el Señor Jesús está en nosotros. Él tiene todo poder, su poder es infinito, su amor es infinito.

India es tierra de gurús, de maestros que guían a sus discípulos a la iluminación. ¿Qué aspectos de su cultura hindú ha integrado al ministerio sacerdotal y por qué?
Ninguno de ellos. Sólo Jesús es nuestro maestro.

¿Hay aspectos de su cultura hindú que considere positivos para su predicación?
No. Muchas personas en India tienen creencias erróneas. Nuestra cultura es cristiana, venimos del Evangelio, de Jesús y sólo de la tradición cristiana.

Sacerdotes carismáticos como p. James Manjackal en Kerala y varios otros acá en occidente advierten que es incompatible el seguimiento de Cristo, el ser católico y ciertas prácticas de raíz hindú, como el Yoga. ¿Cuál es su parecer?
La práctica del Yoga involucra oraciones hindúes y no puede ser practicado por cristianos. Yo predico a Jesús, predico al Espíritu Santo.

¿Cómo discierne usted cuándo se encuentra ante una revelación de la voluntad de Dios y no algo que -pudiendo incluso ser un bien- es propio del espíritu humano?
Cuando estamos en la sintonía del Espíritu Santo, los frutos son los del Espíritu Santo: amor, alegría, paz, etcétera.

Para la Congregación Vicentina sus principales objetivos son: Uno, anunciar la buena nueva a los pobres. Dos, cuidar a los pobres y afligidos. ¿Es correcto?
Sí… Lea Lucas 4, 18-20. Allí se concentra la misión que San Vicente de Paul nos heredó.

¿Quiénes son los pobres de nuestro tiempo?
Hay dos tipos de pobreza… espiritual y la material. La espiritual es la de quienes no creen en Dios y viven en pecado. Hay otra pobreza como la que Madre Teresa de Calcuta atendía. Quienes nunca van a la Iglesia, quienes perdieron su fe, son pobres, están en la miseria, no tienen paz auténtica, son pobres porque han perdido la fe en Dios.

¿Qué aconseja a nuestros lectores para que puedan conocer en sus casas, en sus vidas las gracias y dones del Espíritu Santo?
Que temprano en la mañana, a las tres de la mañana, se levanten a rezar por todas las personas del mundo. Rezar por los terroristas para que sean bañados por la preciosa sangre de Cristo y experimenten la conversión en el Espíritu Santo. Rezar por los miles de líderes de cada país, que sean llenos del Espíritu Santo. Es la súplica del hombre que clama la intervención de Jesús desde hace dos mil años. Cuando se hace esto el Señor comienza a sanar y quien se sana se pone de pie y da testimonio.
 

Nota final

Padre Mathew Naickomparambil fue ordenado sacerdote a la edad de 29 años el 21 de diciembre de 1976. Dos años después Dios nuevamente manifestó el poder sanador de su amor y misericordia a un pequeño grupo de oración de 14 personas, dirigidos por el Padre Mathew, que se reunían una vez por semana en una Iglesia de Potta -pequeña aldea en la costa oeste de la India en el sur del Estado de Kerala-, para dar gracias y alabar a Dios por sus debilidades, fracasos, enfermedades, humillaciones, rechazos, sus dolencias y achaques y dolores, en lugar de quejarse, maldiciendo y refunfuñando. Desde esos días padre Mathew va por el mundo siendo instrumento del Espíritu Santo.
 

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