Finlandia es un país donde la Iglesia Católica cuenta sólo con una diócesis, Helsinki. Apenas 14 mil católicos, el 0,2% de la población local, 26 sacerdotes y un solo obispo. Un territorio verde, plagado de lagos, bosques e islas, lluvioso… Allí nació y se desarrolló Kalle Oskari Juurikkala, sin formación o interés religioso alguno, con gusto por las matemáticas y competitivo desde pequeño… Kaija Juurikkala, su madre, recuerda que de niño Oskari “era un hombre en pequeño que no lloraba fácilmente. Siempre vencía las peleas con sus hermanos cuando peleaban. No es que fuera violento, pero siempre vencía”.
Un pagano fervoroso investigador de la economía
Pero el año 2001 este joven de ideas liberales y materialistas sería sorprendido por Dios, quien le mostraría un nuevo horizonte vocacional y Oskari respondería. No fue cosa simple conquistar a un joven que disfrutaba su vida, con proyectos profesionales, deseoso de formar una familia y que además era ateo, “pagano”, según él mismo señala. Dios entonces llegaría a él suavemente y en lo que más disfrutaba este joven finlandés, la economía.
“Yo leía mucha filosofía. Me interesaba la historia del pensamiento económico. Es curioso cómo encontré, por ejemplo, que la ciencia económica no nace con Adam Smith u otros pensadores del siglo XVIII, sino bastante antes, en concreto con teólogos católicos, con la famosa Escuela de Salamanca. Y eso me hizo pensar: «Bueno, si la ciencia económica nace de teólogos, entonces hay que ver qué hay ahí en la teología»”.
La ternura de Dios
En medio de esta búsqueda, llegó a sus manos una entrevista a un economista español que en un par de ocasiones refirió al “Opus Dei”; dos palabras que se fijaron en la mente de Oskari aunque sin tener idea de qué se trataba el asunto.
Como todo joven acudió a la herramienta que con mayor agilidad ofrece hoy información… Google. Rápido tomó noción de qué se trataba en términos amplios este Movimiento, encontró el portal web de la Obra, su dirección en Helsinki y les escribió un correo preguntando cuando podía visitarles.
“Fui después de Navidad. Al ir hacia allí, iba pensando: ¿Cómo será un centro del Opus Dei? ¡No tenía ni idea de cómo podría ser! La casa estaba en un edificio normal de pisos, ...con una sala de estar acogedora, cómoda, bien puesta… y una capilla muy bonita. Pero lo mejor eran las personas: agradables, naturales, alegres. Supe desde el principio que había llegado al lugar exacto. Supe al instante que de aquí vendría algo grande para mi vida”.
En la primavera del año 2002 Oskari comenzó su formación cristiana. En octubre su felicidad alcanzaría, dice, un clímax que desconocía hasta entonces al recibir el bautismo. Pero había más para él, pues en el camino de la fe, del amar, cuando ya se ha logrado una meta, Dios propone algo más… Kaija, madre de Oskari, recuerda la transformación que observaba en su hijo: “Cuando empezó a ir por el centro de la Obra noté, al charlar con él, que su vida sentimental se abría y se hacía más tierna. A veces se emocionaba cuando estaba hablando de algo”.
“Dios se comunica conmigo”
Kalle Oskari recibió el presbiterado el 22 de abril de 2016. ¡Un nuevo sacerdote para testimoniar la victoria de Cristo!
Fuente: OpusDei.org