La inminente Visita Apostólica del Papa Francisco a Kazajistán será otro gesto del Santo Padre para promover la paz en el mundo entre los líderes religiosos, sugiere el director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni, señalando que se trata de un gesto más en un papado lleno de esfuerzos de amistad interreligiosa. Durante briefing en la Oficina de Prensa de la Santa Sede, este viernes, Burni presentó la 38ª Visita Apostólica del Papa al extranjero. La nación centroasiática será el 57º país que visita el Santo Padre.
Con su visita de la próxima semana, el Papa Francisco sigue los pasos de su predecesor, San Juan Pablo II, que viajó a Kazajistán poco después de los atentados del 11 de septiembre contra las Torres Gemelas y el Pentágono en Estados Unidos. Durante su visita, San Juan Pablo II aplaudió la coexistencia pacífica de religiones y etnias, como la kazaja, la rusa, la ucraniana y muchas otras, dentro del país. Kazajstán se independizó de la Unión Soviética en 1991.
El Papa se dirige a Kazajstán específicamente para asistir al VII Congreso de Líderes de Religiones Mundiales y Tradicionales, agradeciendo las invitaciones que ha recibido de las autoridades civiles y de la Iglesia de Kazajstán.
Durante la visita del 13 al 15 de septiembre, el Papa se alojará en la capital, Nur-Sultan (antes conocida como Astana). Lo más destacado del viaje será la participación del Papa en el Congreso, donde pronunciará un discurso, rezará en silencio y mantendrá conversaciones privadas con los líderes religiosos, entre ellos el Gran Imán de Al Azhar, Al Tayyeb. Se espera que los líderes religiosos emitan una declaración.
En una entrevista con Vatican News, el arzobispo Tomasz Peta, que dirige la mayor y única archidiócesis de Kazajistán -Astana- destacó la importancia para el mundo de esta visita que realizará Su Santidad el Papa Francisco: “El Congreso de los Líderes de las Religiones Mundiales y Tradicionales (que ya es el séptimo en la capital de Kazajistán) no es una plataforma de debates teológicos. En mi opinión, puede ser un signo que señale a Dios como fuente de paz. Aunque los esfuerzos de los políticos son necesarios, son insuficientes. Se requiere una intensa oración de los creyentes por la paz. La participación del Santo Padre Francisco en el Congreso eleva el nivel de este evento y señala el cuidado de la Iglesia por la paz y el bienestar de toda la humanidad”.