En un apasionado relato que puedes leer en cuatro minutos, Neena Gaynor comparte el desafiante camino que han recorrido de la mano de Dios y su extraordinaria intervención para llevarlos a la fe católica gracias a San Juan Pablo II y la Virgen María.
“Nuestro canto no es más valioso a los ojos de Dios si tiene lugar en un estadio con 80.000 personas, o en una pequeña sala de la iglesia con 3 personas”
Una manera sencilla de impartir la bendición es marcar la señal de la cruz en la frente de tus hijos. Mientras lo haces, reza alguna bendición concreta como: “Que Dios te bendiga en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo”.
La infancia y adolescencia del sacerdote francés René-Luc fueron dañadas por el abandono de su progenitor y la violencia de un padrastro que lideraba una banda de delincuentes. Conocer a Jesús y hacer experiencia de Dios Padre lo salvó.