Se libró del aborto, nació con Síndrome de Down, fue abandonada y hoy es monja en Lourdes
Su sola presencia es un poderoso mensaje del amor de Dios por la vida de cada ser humano desde su concepción hasta la muerte natural.
De su historia sabe que su madre -acogiendo la recomendación de los médicos en Francia- estuvo a punto de abortarla al saber que ella nacería con Síndrome de Down. Pero algo lo evitó. "Fue la Virgen, de hecho, nací el 8 de diciembre", dice hoy la hermana Claire-Marie. Y quizá fue también la Madre de Dios quien le cuidó al ser abandonada por su madre en el mismo hospital donde nació. A los ocho meses la adoptaría una pareja, que vivía entre Francia y Polonia.
De carácter sereno y chispeante al mismo tiempo, la hermana Claire no se priva de repetir una certeza que hace parte de su ADN espiritual: "la vida es un regalo".
Desde hace una década es consagrada porque -según relata- Dios fue explícito al llamarla. "Tuve una fuerte llamada de Dios: 'Quiero que me sigas'. Me sentí serena". Hoy lleva ya siete años viviendo en Lourdes, donde regularmente recibe y ofrece testimonio a cientos de jóvenes peregrinos alentándolos a centrar sus vidas en Cristo, siguiendo el ejemplo de la Santísima Virgen María.
Rezar por los pobres de corazón
El Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida acompañó una sesión especial de escucha a las personas con discapacidad de todo el mundo que serán presentadas en el próximo Sínodo. Sus propuestas y testimonios se entregaron al Papa en persona. Así, la mañana del pasado 21 de septiembre junto a otras tres personas con discapacidad acompañadas por el padre Alexandre Awi, la hermana Claire tuvo un breve, pero efusivo encuentro con el Papa. Nada más aproximarse al Pontífice ambos se fundieron en expresiones de cariño y -como muestra la foto central de esta crónica- ella aprovechó de bendecir al Santo Padre. "Me pidió que rezara por él y le dije: claro, rezaremos por usted en Lourdes", cuenta a Vatican News en un francés mezclado con italiano, aprendido durante los viajes y peregrinaciones a Italia.
Con su compañera Annie Rougier -destaca Vatican News-, la hermana Claire-Marie fundó la asociación Pol de Lumier que ayuda y apoya a las familias con niños trisómicos, acompañándolas en los cursos de catequesis. En Lourdes, donde fue enviada de Bayón, evangeliza, se ocupa de las misas y las oraciones de los peregrinos, y organiza los rosarios dominicales. "Doy gracias al Señor porque tengo una discapacidad, pero sigo teniendo dos brazos, dos piernas, puedo caminar, hablar, rezar". Y reza "por los pobres, porque la Iglesia está llena de pobres... pobres de corazón".