Le cayó encima un camión, pero la Gracia hizo vida lo que parecía imposible
Tenía 24 años de edad, se encontraba en la recta final para terminar la carrera de medicina cuando de improviso debió enfrentar una experiencia aterradora, al filo de la muerte, que cambiaría en mucho su vida.
Quienes han vivido algo semejante pueden atestiguar que se cuenta apenas con unas milésimas de segundo para intentar reaccionar. En ese mínimo margen previo a la catástrofe todo el ser desplaza su vitalidad para intentar protegerse, sobrevivir.
Aquél 19 de enero de 2010 José Villela, tras finalizar su jornada laboral tomó su vehículo para regresar a casa. Al aproximarse al cruce de avenida Rómulo O'Farril para pasar por debajo de la autopista superior 'Periférico' (Ciudad de México, México)... cayó desde ella un inmenso camión para acopio de basura que aplastó y destrozó el vehículo, con José en su interior. “Yo salía del Hospital ABC después de 36 horas de trabajo, ya que me encontraba haciendo mi internado, me dispuse a irme a mi casa que estaba hasta San Ángel y yo estaba en Santa Fe, quería llegar a dormir y a comer, solo pensaba en ya llegar, mientras manejaba; de pronto solo escuché un horrible ruido, un segundo después un estruendoso sonido y un gran camión de basura estaba encima de mí”, contaría luego de algún tiempo a periodistas del canal de televisión mexicano El Universal.Dios jamás abandona
“Me vino a la mente Dios. Le pedí que me ayudara porque tenía mucho miedo de que ahí fuera a terminar mi vida; le dije no quería que fuera el final, que me concediera cumplir todos mis sueños. Desde pequeño yo tenía fe en Él, porque la fe fue un regalo suyo que me inculcaron mis padres; y la manera en que quedó el coche, así como lo cerca que estuvo una llanta de aplastarme la cabeza, lo único que me dicen es que el hecho de que haya sobrevivido fue realmente un milagro. Yo creo que me protegió la Virgen de Guadalupe, porque había una estampa de ella en la visera de mi lado”.Talita Kum
Su fe y la gracia de Dios seguirían siendo fundamentales para lo por venir en la vida de este joven médico. Los exámenes explicaban por qué no podía moverse ni sentir dolor. Una fractura en la quinta cervical y las graves lesiones en la médula espinal determinaron el diagnóstico de los médicos. José no podría mover su cuerpo desde el cuello hacia abajo. “Al principio no lo podía procesar, pero poco a poco me fue cayendo el veinte (dándome cuenta) de la gravedad del accidente, y pude dar gracias a Dios de que me mantuviera con vida”.
“Mi vida se transformó en un sentido positivo -reflexiona al finalizar su testimonio-, pues una experiencia así te hace valorar mucho más las cosas sencillas, ...a darte cuenta de que lo verdaderamente importante es la familia y la fe en Dios... No hay que dejarse vencer jamás; todos tenemos distintos problemas; todos, de alguna manera, vivimos con nuestro propio camión de basura, y lo primero es no quedarnos debajo de él, sino poner más empeño a nuestros planes y proyectos; pero, sobre todo, utilizar las experiencias difíciles de la vida para acercarnos a Dios, quien transforma en positivas todas las cosas”.
Fuentes: TV Universal, Desde la fe