Personajes

La tormenta perfecta que derrumbó los prejuicios de un pastor bautista en Tierra Santa

La opulencia de algunos templos católicos con sus imágenes enchapadas en oro, ante las cuales oraban ancianas pobres violentaba y acentuaba los prejuicios de Gary Morgan.
13-12-2024
La conversión de Gary Morgan. Portaluz

Durante la mayor parte de su vida adulta, el catolicismo le daba escalofríos al pastor bautista Gary Morgan. Cuando era un joven de veintinueve años, recién entrado en el ministerio, había sido misionero en Campinas, Brasil. Un día la persona que les hacía de intérprete tuvo la amabilidad de mostrarles algunos sitios locales, incluida la Catedral Metropolitana católica. "La iglesia era muy grande y magnífica. El exterior estaba coronado con impresionantes estatuas de no sé quién, y el interior estaba lleno de intrincadas tallas de madera, estatuas e incluso artículos de oro. También había nichos, cada uno con su propia estatua, ante los cuales estaban postradas varias ancianas pobres que lloraban, rezaban y encendían velas. Todo en esta escena ofendió mi sensibilidad protestante", recuerda Gary.

La opulencia de esta iglesia fue una bofetada para él que apenas lograba tener dinero suficiente para sobrevivir y se reforzó en él la certeza de que la Iglesia Católica "se aprovechaba de los pobres y los atrapaba en prácticas supersticiosas solo para aumentar su propia extravagancia".

Los prejuicios de Gary contra la Iglesia Católica se habían forjado en el seno familiar... influenciado por sus abuelos pentecostales, tíos bautistas acérrimos y su madre -como él- también era una fundamentalista en la comprensión de la fe cristiana. "En general, los católicos simplemente no me habían impresionado mucho, y estaba predispuesto a creer lo peor de ellos".

Las primeras borrascas siendo Bautista

En 1993 Gary se trasladó a Kansas City (Missouri, Estados Unidos) para los estudios que le permitirían formarse como pastor en el Seminario Teológico Bautista. Estaban justo en su apogeo las conocidas como "Guerras Bautistas". Un período de disturbios en la Convención Bautista del Sur pues el ala conservadora trataba de arrebatar el control a los moderados. "Había llegado a la escuela alineado sin remordimientos con el ala conservadora, pero cuando vi cómo trataban a quienes no estaban de acuerdo con ellos, sentí en mis huesos que algo andaba mal, que los desacuerdos teológicos no justificaban el comportamiento anticristiano que estaba presenciando. Salí del seminario como un hombre cambiado".

Después del seminario, Gary regresó a Texas y comenzó a pastorear una iglesia bautista en el pequeñito pueblo Panhandle. 

La calma que precede la tormenta

 

Un par de años después, en una conferencia de pastores, Gary se encontró con un colega que recién había formado una "Cowboy Church" (Iglesia de Vaqueros) al sur de Dallas. Nada más iniciar el diálogo él le dijo: «¿Sabes algo? Serías perfecto para la Cowboy Church (iglesia de vaqueros) que estoy comenzando». Gary terminó aceptando la invitación y al poco andar sentía que "pastorear la Cowboy Church era una de las mejores decisiones de mi vida". La comunidad de adherentes a esta iglesia crecía rápidamente. Se reunían en un establo de exposición ganadera y tenían un promedio de asistencia "de alrededor de 300 personas", comenta Gary. 

Ese rápido crecimiento atrajo mucha prensa. Pronto Gary era inundado con llamadas de periódicos como el Dallas Morning News, el Fort Worth Star-Telegram y otros. En un momento dado, incluso lo entrevistaron en el canal nacional Fox News. La iglesia se había convertido en la zona cero de algo mucho más grande de lo que cualquiera había previsto. De hecho, el liderazgo de Gary le llevó -con el apoyo de nuevos pastores- a expandir la iniciativa. 

Fueron 22 años en la Cowboy Church que terminaron cuando de forma inesperada sus creencias se derrumbaron-

La tormenta

¿No es curioso cómo a veces una tormenta puede azotarte antes de que te des cuenta de que estás en peligro? Aunque Gary no era consciente, su tormenta comenzó en la primavera de 2019 con otra invitación inesperada. Un domingo por la mañana, después de los servicios, un miembro de la iglesia se le acercó preguntándole si le gustaría ir a Tierra Santa. "Le respondí que me encantaría, pero que ese viaje estaba muy por encima de mis posibilidades. Luego preguntó: «¿Y si es gratis?» «¡Entonces inscríbeme!» Le respondí. Ella organizó todo muy rápidamente, y pronto me dirigí a Israel con unos 30 miembros de la iglesia", confidencia Gary.

Ya en Tierra Santa lo impresionaron los lugares sagrados que visitaban y en especial se conmovió al ingresar en la Iglesia Pater Noster (Monte de los Olivos). El recinto contiene docenas de mosaicos con la oración del Padre Nuestro, cada uno en un idioma diferente. "Al verlos supe que esto era lo que Dios quería que fuera la iglesia: una familia compuesta por personas de todos los pueblos, tribus y naciones, juntas en una iglesia bajo el señorío de Cristo. Tampoco pude evitar notar los cientos de autobuses llenos de adoradores de todo el mundo que se movían entre los diversos sitios. Estaban cargados de gente de todas las razas imaginables, que hablaban un número casi infinito de idiomas. Había una cosa más de la que no podía escapar: la mayoría de ellos eran católicos. De hecho, como protestante, me sentía como si estuviera en el exterior mirando un mundo que no comprendía completamente. No saqué ninguna conclusión de todo esto, pero algo comenzaba a agitarse en mi corazón", relata.

A principios de 2020, la pandemia de COVID-19 comenzó a llegar a las costas estadounidenses causando estragos. Todo estaba inquietantemente silencioso y vacío. La mayoría de las iglesias, incluida la de Gary, optaron por detener temporalmente los servicios en vivo en nombre de la seguridad pública. La gente se enfadó. Las teorías conspirativas comenzaron a volar. La hostilidad que presenciaba entre sus feligreses cristianos durante ese tiempo lo estremecía. "Para un pastor, simplemente no había una posición ganadora. No importaba lo que hicieras, ibas a ganarte enemigos", comenta. 

2020 era además un año electoral en Estados Unidos y las divisiones se tensionaban. Algunas personas se enardecieron tanto que cortaron relaciones y "eliminaron" a cualquiera en Facebook sospechoso de adoptar el punto de vista opuesto. "Lamentablemente, esto se trasladó a la iglesia. Aunque siempre me había esforzado por mantener la política fuera de la iglesia, este fue un tsunami ante el cual parecía impotente. Pero esta tormenta recién comenzaba", recuerda Gary.

Para abundar en más emociones el hijo menor, Jonathan, ateo declarado por años, les llamó para contarle de su conversión a la fe ortodoxa. Gary y su esposa estaban felices, aunque poco y nada sabían de qué se trataba esa creencia cristiana.

En esta coyuntura, Gary decidió hacer dos cosas simultáneamente. Uno, aprender más sobre la Ortodoxia; y dos, comenzar a leer a los Padres de la Iglesia. Conocía a los Padres de la Iglesia desde sus días en el seminario, sabía que había varios volúmenes de sus escritos recopilados y comenzó a leer página por página cada uno de esos textos.

La fe bautista se desmorona

No pasó mucho tiempo para que los cimientos de su fe bautista/evangélica comenzaran a desmoronarse al descubrir abundantes citas en esas obras que le revelaban la identidad católica en la fe de los primeros creyentes. Sabiendo que era escritos muy tempranos, probablemente de finales del siglo I, la verdad descubierta gatilló una crisis en Gary casi inmediata. 

"Que la iglesia primitiva fuera católica no me sorprendió, porque siempre había entendido que ese era el caso, pero había una cosa de la que no podía escapar fuera lo que fuera la iglesia primitiva, ciertamente no se parecía a mi fe evangélica. Me enfrentaba a la posibilidad impensable de que el catolicismo pudiera ser lo verdadero", reconoce.

Converso

Aunque Gary no tiene claro cuando tuvo lugar su conversión, sí reconoce algo importante: "Mi corazón se convirtió antes de que mi mente se diera cuenta de ello".  Así, dejando de lado sus lentes protestantes y siguiendo la evidencia donde fuera que esta le llevara, supo que iba a terminar entrando en la Iglesia, aunque aún quedaban pasos importantes... 

"Mi corazón había abandonado la fe evangélica y ahora era católico. Fue entonces cuando me puse en contacto con Coming Home Network. También fue cuando se lo conté a mi esposa. Afortunadamente, nuestro matrimonio es fuerte y, aunque ella tenía serias reservas, estaba dispuesta a escucharme con una mente abierta. Le hice dos peticiones. Primero, que escucharía la serie On the Journey con Matt y Ken, y segundo, que asistiría a un próximo retiro de Coming Home Network conmigo. Ella aceptó a regañadientes ambas cosas, y Dios usó esos medios. Poco después del retiro, comenzamos a asistir a Misa juntos y a hacer los preparativos finales para mi jubilación Bautista. Prediqué mi último sermón el Domingo de Ramos de 2023 y fuimos recibidos en la Iglesia Católica en la Vigilia Pascual. Para mi sorpresa, nuestro párroco me ofreció un trabajo poco antes de que ingresáramos a la Iglesia, y actualmente estoy sirviendo a nuestra parroquia como Coordinador de Formación en la Fe para Adultos. No podría haber llegado aquí en ningún otro momento ni de ninguna otra manera. Requirió una tormenta perfecta, pero estoy muy contento de que Dios, por su gracia, la haya enviado, porque ahora estoy en casa", finaliza.

 

 

Fuente: CHNetwork

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