Personajes

Aunque sus padres resistían su conversión: "En lo profundo de mi corazón, escuché al Señor decirme: «¡Adelante!»"

Han pasado más de 6 años desde que la protagonista de este testimonio publicado en emmanuel.info -que ha decidido permanecer anónima- recibió el sacramento del bautismo, lo que no agradó a sus padres. Pero desde entonces, la situación ha evolucionado...
por Portaluz 06-12-2024
Joven testigo en Lourdes Portaluz

Tranquila y sonriente -señalan en emmanuel.info- la joven protagonista de este testimonio cuenta su historia. Es hija, señalan, de una madre atea, un padre católico que no practica su fe y abuelos musulmanes. Antes de que naciera, tomaron la decisión de no darle una educación religiosa, dejándola libre para que se abriera camino una vez que fuera mayor de edad.

Esto sin contar los encuentros providenciales que ocurrieron mucho antes de que cumpliera 18 años. "Mis padres me inscribieron en un colegio católico solo para que pudiera tener un buen nivel académico", explica la joven.

Esa forma de organización familiar llevó a esta joven a sentirse obsesionada por llegar a la escuela todas las mañanas a las 7:30 a.m., mucho antes del inicio de las clases. "Una mañana, el encargado de la pastoral me sugirió que fuera a la capilla donde se organizaban los tiempos de oración. Le dije que no sabía nada al respecto, que ni siquiera sabía si Dios existía. Él me dijo: «Ven, está cálido en la capilla». Curiosa, lo seguí. El ambiente era muy especial, muy relajante, muy tranquilo. Allí se leyeron pasajes del Evangelio. La vida de Jesús parecía muy interesante. Me dejé desafiar y volví regularmente".

De una cosa a la otra, la joven -señalan en emmanuel.info- se matriculó en el catecismo y, en tercer grado pidió permiso a sus padres para participar en la peregrinación a Lourdes, un paso decisivo en su camino espiritual: "Me impresionó mucho la inmensa fe de todos estos enfermos que rezaban el rosario continuamente y esperaban una sola cosa: tocar la roca de la gruta. A través de esta fe en María, comprendí que Dios existía", citan.

 

"Escuché a Dios decirme: '¡Adelante!'

 

Devoción en Lourdes

 

A su regreso de Lourdes, convencida de que Dios existe, la joven pidió a sus padres poder bautizarse y tuvo una primera negativa. Al año siguiente, regresó a Lourdes, experiencia donde María vino a enraizar su fe: "Mirando a la Virgen María, siento un apaciguamiento total, una ausencia total de dudas", citan en emmanuel.info. En el camino de regreso, ante otra petición de bautismo a sus padres, tuvo otra negativa. 

Luego, cuando cursaba primer grado, durante la fiesta de la Epifanía, tuvo una certeza interior: "En lo más profundo de mi corazón, escuché al Señor decirme: «¡Adelante!» Al final de la misa, fui a ver al sacerdote para pedirle el bautismo. Mis padres no lo tomaron muy bien, pero yo sabía que Dios estaba conmigo". Unos meses más tarde, la estudiante de secundaria regresó a Lourdes por tercera vez: "Fue el día antes del aniversario de mi bautismo. Traje agua de Lourdes, de la que eché unas gotas en el agua bautismal", dice, todavía conmovida. Era el 10 de junio de 2018.

 

"María me devuelve a Dios para siempre"

 

La fe de los pequeños en Lourdes

 

Desde entonces ella continúa su camino de fe y con sinceridad confidencia sus debilidades...: "Últimamente he tenido muchas dudas, pero nunca me he cuestionado ni la existencia ni la presencia de María. Incluso cuando ya no 'sentía' nada con Dios, cuando sentía que atravesaba el desierto, María estaba allí como una columna que no podía ser arrancada de raíz. María siempre me hace volver a lo básico. Constantemente me lleva de vuelta a Dios. Cuando las cosas no van bien, sólo tengo que mirar a María y siento que me toma en sus brazos".

Una cercanía que la joven mantiene a diario con María rezando el rosario: "Si María nos pide que le recemos a través del rosario, no hay 50 preguntas que hacer, tenemos que hacerlo", pero también la Salve Regina: "Cuando la escucho, siempre me brota una pequeña lágrima porque esta canción realmente rinde homenaje a la belleza de María".  

Han pasado más de 6 años desde que esta joven testigo recibió el sacramento del bautismo, lo que no agradó a sus padres, según señalan en emmanuel.info. Pero desde entonces, la situación ha evolucionado: "Durante la preparación de mi bautismo, mi madre no quiso acompañarme en este proceso y declaró que no acudiría. Ella pensó que yo estaba influenciada por mis amigos. Convencida por mi padre, finalmente asistió a la misa y pudo escucharme dar mi testimonio. Ese día, ella me dijo: «Entendí, realmente conociste a Dios»". 

Esta revelación hoy la lleva a animar a su hija a la fidelidad: "Desde entonces, ella ha sido la que me empuja a seguir adelante en mi vida de fe, a ser fiel a la misa dominical. Y cuando estoy desanimada, ella va conmigo. Este año 2024, me pidió que vayamos a la misa de Navidad en familia. Será la primera vez", concluye la joven con una sonrisa más brillante que nunca.

 

Fuente: Emmanuel.info

 

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