Histórica decisión en Congreso de Estados Unidos: Aprueba retirar financiamiento a Planned Parenthood

El escándalo por el negocio de tráfico de órganos llevado a cabo en las clínicas del mayor proveedor de abortos de Estados Unidos, Planned Parenthood, ha llegado al Congreso de la nación. El pasado viernes, 18 de septiembre, 241 congresistas votaron a favor del proyecto de ley Defund Planned Parenthood, que establece la retirada de financiación pública a la multinacional abortista, acusada de vender los órganos de los fetos abortados a empresas de investigación científica y otras entidades.

De esta forma, la Cámara de Representantes asesta un duro golpe al negocio del aborto en Estados Unidos, pues el mayor proveedor de abortos del país, la organización Planned Parenthood, podría quedarse sin los alrededor de 540 millones de dólares que actualmente recibe de las arcas públicas. El proyecto de ley Defund Planned Parenthood, que ha aprobado esta Cámara, establece que la multinacional abortista no podrá recibir financiación pública al menos durante un año y mientras dure la investigación que pretende averiguar si en las clínicas de Planned Parenthood se trafica con órganos humanos.

Esta decisión de la Cámara de Representantes tiene su origen en la publicación por parte de la asociación Centro para el Progreso Médico de diez vídeos grabados con cámara oculta que muestran a directivos de Planned Parenthood vendiendo órganos de los fetos abortados y traficando con indiferencia con las partes de los bebés no nacidos. “Todo lo que vendemos es fresco” o “Sube la oferta por este órgano, que quiero comprarme un Lamborghini” son algunas de las declaraciones de estos directivos que desconocen que están siendo grabados y piensan que están tratando con compradores de órganos.

Este proyecto de ley ha sido aprobado con 241 votos a favor y 187 en contra. De los congresistas que han votado a favor de retirar la financiación a Planned Parenthood, 239 pertenecen al Partido Republicano y 3 al Partido Demócrata. Tras la aprobación de la Cámara de Representantes, el proyecto de ley tendrá que ser votado en el Senado y aprobado por el presidente del Gobierno, Barack Obama, quien ya ha amenazado con vetar el proyecto.

De hecho fueron el propio Barack Obama y otros miembros del Partido Demócrata los que bloquearon el pasado mes de julio una propuesta del Partido Republicano en el Senado que pedía la retirada de fondos públicos a Planned Parenthood mientras el gigante del aborto estuviera bajo sospecha de traficar con órganos humanos. Varios senadores demócratas declararon que los vídeos con cámara oculta que habían destapado el escándalo estaban “muy editados” y “claramente manipulados”. Tras la actual resolución de la Cámara de Representantes, el Senado tendrá que votar el proyecto de ley Defund Planned Parenthood.

Una votación que se realizará bajo la amenaza del presidente del Gobierno. Así lo advirtió el pasado miércoles el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, que confirmó que Obama vetará cualquier proyecto de ley que pretenda retirar los fondos públicos a Planned Parenthood, a pesar de los diez vídeos que demuestran que la multinacional abortista hace negocio con la venta de los fetos descuartizados. “Hemos sido muy claros sobre la oposición del presidente a cualquier esfuerzo para retirar la financiación a Planned Parenthood“, declaró Earnest a los medios.

Durante la votación del pasado viernes en la Cámara de Representantes, varios congresistas republicanos fueron los encargados de defender la aprobación del proyecto de ley Defund Planned Parenthood. Entre ellos, Kevin McCarthy, quien interpeló a los presentes de la siguiente manera: “¿Hay que obligar a los contribuyentes a financiar una organización cuyas prácticas bárbaras, como se muestra claramente en los vídeos, dañan a las vidas humanas más inocentes?”

El congresista republicano por Texas, Louie Gohmert, sostuvo asimismo que, frente a la pretensión de Planned Parenthood de denominarse como una organización que cuida de la salud de las mujeres, estaba el rotundo hecho de que en la multinacional abortista “nunca, nunca, nunca se ha hecho una mamografía, debido a que no están certificados para hacer mamografías”, una prueba importante en lo que a la salud de la mujer se refiere.'Los bebés nacen vivos en un aborto en Planned Parenthood'

Pero Defund Planned Parenthood no fue el único proyecto de ley que ha sido aprobado por la Cámara de Representantes en el último pleno. Los congresistas también dieron luz verde a la “Ley de protección a los sobrevivientes de abortos nacidos vivos”. Un proyecto de ley que pretende que se apliquen sanciones penales contra el personal médico que no brinde asistencia a un bebé nacido a pesar de un intento de aborto.

Durante una de las sesiones de la comisión de investigación que examina las actividades de Planned Parenthood testificaron Melissa Ohden y Gianna Jessen, dos mujeres supervivientes de abortos. “¿Cuántos Lamborghinis se han comprado con sangre inocente?”, preguntó Gianna Jessen, haciendo referencia a la macabra broma de una de las directivas que aparece en una de las grabaciones y que entre risas asegura que necesitaría vender muchos órganos para comprarse un Lamborghini. Esta mujer sobrevivió a un aborto y nació, a pesar de la voluntad de su madre, gracias a que una enfermera la llevó a un hospital donde pudieron salvar su vida, aunque no librarla de una parálisis cerebral que la ha acompañado toda la vida. Durante su intervención, hizo la siguiente reflexión: “Le pregunto a Planned Parenthood: Si el aborto tiene que ver con los derechos de las mujeres, ¿entonces dónde estaban los míos?”.

Otra superviviente de un intento de aborto es Melissa Ohden, quien aseguró ante el comité de investigación que “Planned Parenthood me habría matado si hubiera podido”. Ohden habló en el Congreso como representante de los casi 44.000 casos de supervivientes de abortos conocidos hasta ahora. Su historia es sin duda estremecedora. En 1977, cuando su madre estaba embarazadade siete meses, se sometió a un aborto por envenenamiento salino. El aborto salió mal y Melissa acabó viva en un cubo basura. Y allí hubiera muerto si sus pulmones no se hubieran abierto, con lo que rompió a llorar y fue rescatada por los mismos médicos que habían tratado de quitarle la vida. Tras este suceso, Melissa fue adoptada, y no supo hasta los 14 años cómo había empezado su vida.James Bopp, abogado de la organización National Right to Life, declaró que los vídeos publicados por el Centro para el Progreso Médico demuestran sin lugar a dudas que Planned Parenthood está violando leyes federales en el caso de la obtención de tejido humano mediante la práctica ilegal de abortos, en especial los llamados de “nacimiento parcial”. “Los comentarios realizados por los empleados de Planned Parenthood respecto a la obtención de tejido plantean preocupaciones creíbles de que los bebés nacen vivos después de un aborto inducido en Planned Parenthood”.