Evangelización

El secreto de una anciana de 95 años para lograr trabajar como una joven de 30... ¡luchando contra los demonios!

"En este momento, estamos en una guerra espiritual. Tenemos que reunir nuestras fuerzas y destruir a este demonio que está tratando de destruirnos. Y la única manera de que esto suceda es a través de Nuestro Señor y Nuestra Señora interviniendo y dándonos las formas y los medios para combatir el mal que nos rodea", expresa enérgica Rose Sierawski.
por Portaluz 06-03-2025

¿Cómo te sentirías si estuvieras llegando al final de tu larga vida aquí en la tierra, y luego reflexionases que Dios te está encargando una tarea específica que absorberá gran parte de tu escaza energía? Esto es exactamente lo que vive Rose Sierawski, según ha podido reportear Sean O'Neill, editor de la revista Faith de la Diócesis de Lansing (Estados Unidos). En efecto, Rose, de 95 años, es feligresa de la parroquia Saint Michael en Grand Ledge y cofundadora del Congreso del Rosario Eucarístico que se celebra cada año en la Diócesis de Lansing.

En 2018, Rose estuvo involucrada en un accidente automovilístico que dejó su vehículo destrozado y del que salió con siete costillas fracturadas. Mientras se recuperaba del shock y de sus heridas, para pasar el tiempo comenzó a ver la cadena de televisión Eternal Word (EWTN). Lo primero que surgió fue el programa "Jim y Joy", donde estaban entrevistando a dos mujeres que esperaban lograr una verdadera devoción al cuerpo eucarístico de Cristo.

Rose recordó que de niña había asistido a las misiones de las Cuarenta Horas, con exposición del Santísimo Sacramento, y luego a una procesión para terminar con adoración y bendición. "Fue tan poderoso", dice Rose. "Mientras veía EWTN, pensé: «¡Oh, esa es una gran idea! Tenemos una gran necesidad de poder arrodillarnos ante el Cuerpo de Cristo y simplemente hablar con él y decirle que lo amamos, lo adoramos y lo necesitamos». Y luego descarté rápidamente la idea. Dos días después, encendí EWTN. Eran Jim y Joy otra vez. ¿Y adivina qué? ¡Era una repetición de lo mismo! Le dije (a Dios): «Está bien, está bien, te entiendo. Sí. Te entiendo»". Para ella, dice, el mensaje de Dios era claro. Él le pedía que organizara un evento en honor al Santísimo Sacramento.

Desde el primer momento Rose sintió que esto involucraba también al rosario. Había crecido en Mishawaka, un suburbio de South Bend, Indiana, como hija de padres católicos devotos que rezaban el rosario con regularidad. "Me sentí muy atraída por Nuestra Santísima Madre porque mi madre era extremadamente devota de ella. Recuerdo sentarme a los pies de mi mamá o acurrucarme contra sus piernas todos los domingos por la noche cuando rezábamos el rosario familiar".

Rose y su esposo, Frank, quien falleció hace 34 años, continuaron esa tradición familiar de rezar el rosario con sus siete hijos a medida que crecían. De hecho, esta dedicación de Rose al rosario es un maravilloso testimonio para sus 27 nietos y 23 bisnietos.

Ella cree que el rosario, además de ser un medio para crecer en santidad, también es un arma espiritual que podemos esgrimir contra las fuerzas de la oscuridad. "En este momento, estamos en una guerra espiritual", dice Rose. "Tenemos que reunir nuestras fuerzas y destruir a este demonio que está tratando de destruirnos. Y la única manera de que esto suceda es a través de Nuestro Señor y Nuestra Señora interviniendo y dándonos las formas y los medios para combatir el mal que nos rodea... Los santos serían los primeros en decirte que el rosario, como decía San Padre Pío, es más poderoso que la bomba atómica".

Parecía inevitable que, en respuesta a la llamada del Señor, Rose estableciera un Congreso del Rosario que involucra siete días y noches de adoración perpetua al Santísimo Sacramento y rosario cada hora. Así que, hace seis años, llamó a Kristen Bird, la fundadora del Congreso del Rosario Eucarístico, y se puso manos a la obra. "Empezamos con ocho parroquias participando en el primer año, y el año pasado tuvimos 52", testimonia.

Rose es una evangelizadora convincente del rosario y el Santísimo Sacramento y aprovecha cada oportunidad para promoverlos. Incluso a su edad de 95 años y sufriendo de degeneración macular, continúa instando a todos los que la escuchan a seguir estas devociones ... "El rosario es definitivamente necesario. Y, sobre todo, es necesaria la adoración eucarística. Necesitamos ser capaces de darle a nuestro Señor el honor y la gloria que tanto se merece, en cada momento de cada día... Cuando promovemos la adoración perpetua, pedimos que cada hora en la hora que tengan devoción, se recen el rosario y la Coronilla de la Divina Misericordia... ir a Misa tan a menudo como sea posible, recibir el cuerpo, la sangre, el alma y la divinidad de Cristo tan a menudo como sea posible, ayunar y orar, y ponernos a los pies de nuestro Dios y decir: «Señor, aquí estamos. Muéstranos el camino»".

Lo que se percibe al hablar con esta mujer de 95 años es su agudo aprecio por los tiempos en los que vivimos. Es muy consciente de la oscuridad que nos rodea, pero también tiene plena confianza en Jesús y María y sabe que son el poderoso antídoto contra el malestar espiritual y el sentimiento anticristiano que encontramos todos los días. El rosario -insiste con fervor juvenil esta anciana mujer- es un recurso poderoso, un arma indispensable en la batalla espiritual y el Congreso del Rosario es una forma en la que podemos aprovechar ese gran recurso espiritual.

Hay dos cosas importantes que han guiado a Rose a lo largo de su larga vida. El primero es el pasaje de Lucas 12,48: "A quien se le dio mucho se le reclamará mucho". La otra es su madre, a quien consideraba, y sigue considerando, una santa. "Cada vez que había una crisis en nuestra familia, todo lo que ella decía en italiano era 'ven vuole Dio', 'como Dios quiera'. Y tratamos de mostrarles a nuestros hijos que Dios está con nosotros, Nuestra Señora está con nosotros, y somos muy bendecidos".

Rose subraya que en la organización del Congreso del Rosario no ha estado sola. El Congreso es un esfuerzo de equipo y ha contado con mucha ayuda de sus compañeras organizadoras Maureen Andrzejewski y Jenny Nicholson. El Obispo Boyea y el Director Diocesano de Comunicaciones, David Kerr, ayudaron a promoverlo y publicitarlo. También muchas parroquias y personal contribuyeron a su éxito. 

Rose está convencida de la urgencia de la llamada. "Tenemos que dar testimonio tanto como sea posible y como sea posible. Sé que mis días están contados, y por eso cuando vea a mi Jesús cara a cara, espero poder decir: «Hice lo que querías que hiciera»".