El pasado lunes 24 de octubre, en un coloquio con los seminaristas y sacerdotes que estudian en Roma, el Papa Francisco abordó numerosos temas: desde el estilo compasivo al ser cercanos a las personas y no trepadores, hasta la dirección espiritual; desde el uso de las nuevas tecnologías hasta el discernimiento, y desde el diálogo entre ciencia y fe, hasta el papel de la Iglesia en las guerras.
Pero además el Papa Francisco abordó el mal inherente a la pornografía mientras respondía a una de las diez preguntas que le plantearon los seminaristas. “Cada uno de ustedes piense si ha experimentado o ha tenido la tentación de la pornografía digital. Es un vicio que tiene mucha gente, muchos laicos, y también sacerdotes y monjas”, lamentó el Pontífice.
La voz del Santo Padre resonó cariñosa y firme en el Aula Pablo VI al advertir: "Queridos hermanos, tengan cuidado con esto. El corazón puro, el que recibe a Jesús cada día, no puede recibir esta información pornográfica. Que hoy está a la orden del día".
Cuando la persona consume pornografía se “debilita el alma. El diablo entra por ahí: debilita el corazón sacerdotal”, reiteró el Vicario de Cristo. “Disculpen que entre en estos detalles sobre la pornografía, pero es una realidad: una realidad que afecta a sacerdotes, seminaristas, monjas, almas consagradas. ¿Lo entiendes? Muy bien. Esto es importante”, finalizó el Pontífice.