Denunciar y llamar a la conversión con la valentía del profeta, pero al mismo tiempo ser maestro… alentar, proponiendo medidas que respeten y restauren la dignidad de hijos de Dios de los desvalidos. Todos. Este es el sello de la semana en que Papa Francisco sacó a la luz a las víctimas y a los responsables por acción u omisión de lo que aquellas padecen.
 
Coherente, el Santo Padre ´partió por casa´ y para dar una señal clara de la significancia del gesto, el lunes 7 habló -claro y poniendo a Jesús en todo-, en el contexto de una eucaristía (pulse para leer); y escuchó privadamente, uno a uno, a las seis víctimas de sacerdotes que abusaron de ellos (pulse para leer).

Nuevos rumbos tomará el perfil, la selección, formación y evaluación de sacerdotes y personas a la vida religiosa consagrada, según se desprende de las palabras del Vicario de Cristo:

“Me comprometo a no tolerar el daño infligido a un menor por parte de nadie, independientemente de su estado clerical. Todos los obispos deben ejercer sus oficios de pastores con sumo cuidado para salvaguardar la protección de menores y rendirán cuentas de esta responsabilidad… Por otra parte vamos a seguir vigilantes en la preparación para el sacerdocio. Cuento con los miembros de la Pontificia Comisión para la Protección de Menores.”

Batallar para que se cumpla el ‘nunca más’ y especialmente fortalecer la dignidad del sacerdocio y la vida religiosa consagrada es una auténtica cruzada para el Pontífice.

 
Las víctimas de las guerras, los sistemas económicos y sociales injustos, quienes anhelan una vida con oportunidades al menos para existir… los inmigrantes, fueron abrazados también por el Papa esta semana. El ocho de julio se cumplía un año de su histórica visita a Lampedusa y el Santo Padre agradeció a las comunidades, personas individuales, familias y organizaciones católicos o no que han sido “buenos samaritanos”, hermanos reales, del inmigrante. Pero aprovechó de arengar a líderes e instituciones laicas a ser “más valientes y generosas en socorrer a los prófugos” (pulse para leer).

Entre los efectos de gracia directos de esa intervención del Papa, los obispos de Estados Unidos, México, El Salvador, Guatemala y Honduras en documento conjunto han enviado esta semana un directo mensaje al presidente Obama advirtiendo que están «profundamente conmovidos por el sufrimiento de miles de niños, niñas y adolescentes que han migrado desde Centroamérica y México hacia los Estados Unidos y que ahora se encuentran detenidos en espera de ser deportados».

Le han recordado los obispos al presidente Obama la cuota de responsabilidad que su gobierno tiene en el drama de esos niños y también convocaron «a los empresarios, especialmente católicos, a que inviertan y contribuyan a promover la justicia y la equidad». (pulse para leer).

 
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