En la Conmemoración de los fieles difuntos el Santo Padre Francisco celebró la Santa Misa en la Iglesia del Camposanto Teutónico del Vaticano. La homilía del Sumo Pontífice fue un himno a la esperanza, "regalo de Dios y ancla" de la que debemos sujetarnos en los momentos más oscuros de nuestra vida: “Sé que mi Redentor vive y lo veré”, exhortó el Pontífice.




Fuente: Vatican.va

 
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