“Estén siempre preparados para nuevas salidas, para dar testimonio del Evangelio y para estar plenamente presentes para aquellos que los rodean, especialmente para los más pobres y más desafortunados”, es el aliento que el Papa Francisco dirige a los jóvenes reunidos en Breslavia, Polonia – la patria del Santo Papa Juan Pablo II – para el 42º Encuentro Europeo promovido por la Comunidad de Taizé, que como cada año inicia el 28 de diciembre y se concluye el 1 de enero.
“Siempre en camino, nunca desarraigados”
En el Mensaje, enviado por el Secretario de Estado Vaticano, Cardenal Pietro Parolin, el Purpurado asegura que el Pontífice acompaña a los jóvenes con Su oración y los anima a profundizar, junto a los cristianos de Polonia, el tema que han elegido para este encuentro en Breslavia: “Siempre en camino, nunca desarraigados”. Asimismo, el Santo Padre les recuerda que, “Polonia es un país que tiene sus raíces en la fe; estas raíces han permitido a este pueblo mantenerse firme ante las grandes pruebas, cuando la esperanza se hacía pedazos. Descubrirán – afirma el Papa – que hay mucho que aprender de aquellos que permanecieron fieles a Cristo, cuando la tentación hubiera sido aquella de ceder a la salida más fácil. Estos cristianos se atrevieron a creer en otro futuro”.
Además, el Papa Francisco invita a los jóvenes a que, juntos puedan descubrir hasta qué punto el arraigo en la fe los llama y los prepara para ir hacia los demás, para responder a los nuevos desafíos de nuestras sociedades, especialmente a los peligros que pesan sobre nuestra Casa común. Y citando la Exhortación Apostólica Post Sinodal Christus Vivit, el Pontífice recuerda a los jóvenes que, “las raíces no son anclas que nos atan a otras épocas y nos impiden encarnarnos en el mundo actual [...] Son, por el contrario – escribe el Papa – un punto de arraigo que nos permite desarrollarnos y responder a los nuevos desafíos”.
Dar testimonio del Evangelio y transformar el mundo
Por eso, continúa el Santo Padre, buscando, junto a muchos otros, descubrirán que hay mucha alegría en el partir, a veces – como Abraham – sin conocer con anticipación el destino. Estén siempre preparados para nuevas salidas, exhorta el Pontífice, para dar testimonio del Evangelio y para estar plenamente presentes para aquellos que los rodean, especialmente para los más pobres y más desafortunados. “No esperen a mañana para colaborar en la transformación del mundo con su energía, su audacia y su creatividad [...] Ustedes son el ahora de Dios, que los quiere fecundos”.
Antes de concluir su Mensaje, el Papa Francisco envía su bendición a todos los jóvenes, los hermanos de la Comunidad de Taizé, las familias y las parroquias que acogen a los participantes en este 42° Encuentro Europeo de los jóvenes. “Que la fe de María, que también ella salió ‘apresuradamente’ – concluye el Pontífice – pueda sostener el impulso de su confianza en su Hijo”.
Para este Encuentro Europeo organizado por la Comunidad de Taizé también enviaron sus Mensajes el Patriarca Ecuménico de Constantinopla Bartolomé I; el Patriarca de Moscú y de todas las Rusias Kirill; el Arzobispo anglicano de York y prior de Inglaterra, John Sentamu; el Secretario General del Consejo Mundial de Iglesias, Rev. Olav Fykse-Tveit; el Secretario General de las Naciones Unidas António Guterres y, por primera vez, la nueva Presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.